Considero que los individuos usan la razón más que la conciencia dependiendo de las circunstancias a las cuales se ven avocados , por lo tanto la razón debe valerse del entendimiento de la moral , y los derechos humanos , los deberes sociales y ambientales para dar una respuesta certera en todo campo o circunstancia de acción con una capacidad incondicional de acceder al bienestar individual y trascender al bienestar general o grupal , pues es bien sabido por el actual y caótico mundo en el cual subsistimos que más nos interesa el propio bienestar que lo que suceda a nuestro alrededor .
Es importante sensibilizarnos y sensibilizar a nuestros pares con modelos y testimonios ejemplares que partan de nuestra propia actitud para que generen cambios primero en nuestro entorno y luego en el de los demás.
Qué papel puede tener la educación en la formación de individuos que acaten màs sus facultades racionales que sus intereses o sus tendencias ideológicas?
La educación juega un papel fundamental pues a través de ella se puede permear a cada sujeto activo de la sociedad, sensibilizarlo para que salga de su” minoría de edad” mediante un cambio que el opere sobre su propio ser mediante el uso correcto de la razón más no de la simple obediencia, es decir conocer un hecho o acontecimiento
Hacerse participe de el , indagarlo , investigarlo, criticarlo sin fanatismo y buscando la justicia equitativa para todos , no para unos pocos.
Es decir las ideologías nos pueden hacer conocedores de un saber, pero no `pueden enceguecer nuestra razón ni nuestra conciencia , pues como humanos debemos buscar el camino que nos conduzca a eso a ser verdaderos y mejores seres humanos racionales y solo esa toma de conciencia nos puede realmente hacer subsistir en este mundo un poco màs de tiempo , de lo contrario nuestra raza tiende a desaparecer .
Página del Seminario de actualización en Derechos Humanos y Políticas de Calidad en la Educación, PFPD de la Secretaría de Educación Distrital y la Universidad Distrital Francisco José de Caldas.
martes, 24 de agosto de 2010
LA ILUSTRACION EN NUESTROS TIEMPOS, HERENCIA DE KANT
Escrito por NOHRA C. BUITRAGO G.
En el marco del PFPD Derechos humanos
Kant hacia 1784, da su respuesta a la Ilustración, terminando el siglo la plantea como el siglo de la racionalidad, con frases como: ‘Ten el valor de servirte de tu propio entendimiento’, es decir, actuar con libertad, sin perjuicios, con autonomía, en donde la razón humana adquiere el derecho a obtener conclusiones, no tomando en cuenta los dictados de la tradición y los dogmas.
Es necesario recordar el contexto social del llamado siglo de la luces; en donde, por un lado, se ve crecer la industria, la técnica y los inventos, la urbanización, el incipiente capitalismo, el surgimiento de la clase media capitalista y el proletariado urbano; y por el otro, es una época de gran avance científico y técnico, que a su vez es la consecuencia del movimiento intelectual y científico del renacimiento.
Toda esta época es de gran madurez intelectual en donde la filosofía es una gran influencia en todos los estamentos, y la razón toma el papel prioritario de ser un instrumento de transformación que aclarara toda duda relacionada con el conocimiento, las leyes, la religión etc.
La ilustración es tomada como la liberación del ser humano de su incapacidad para utilizar su inteligencia sin la guía de otro, situación que radica en su falta de voluntad y no en su falta de inteligencia. Es más fácil depender que ser libre, dejar que otros piensen, que decidan y no atreverse a dar el salto, a incursionar en caminos diferentes; en este sentido, Kant expresa en forma contundente la tendencia antropocéntrica del renacimiento con sus características sobresalientes de la autonomía y la racionalidad.
Nuestra sociedad no será libre, hasta tanto no rompa con los lazos morales, sociales o políticos siempre están presionando sobre la realidad de los individuos. La verdadera libertad solo existiría si se toma conciencia para dejar los prejuicios a un lado, actuando solo en hacer lo debido con la diferencia del bien y del mal y trabajando en la búsqueda de la verdadera felicidad, sin ataduras sociales.
Se pensaría con base en lo anterior, que ya no deberíamos tener ataduras: pero, hoy en día es difícil despojarse de todo lo que no sirve, somos tan irracionales que cuanto dañamos, nos daña a nosotros mismos y a los demás: actuando sin tener en cuenta las consecuencias, rayando siempre en el facilismo y no haciéndonos partícipes en la solución de todo cuanto está a nuestro alrededor.
Esta manera de irse sucediendo las cosas, ha hecho que en la actualidad, la du educación presente falencias en cuanto a su concepto de autoridad; pues se cae en el error de ser impuesta y no de permitir que nos lleve a un desarrollo intelectual en donde se pueda descubrir el equilibrio entre: ejercer autoridad sin violentar los derechos; y hacer valer los derechos sin perder autoridad.
A este panorama, saltan al ruedo, los padres de familia, quienes están formando hijos enfermos para una sociedad enferma, permisivos, los cuales debido a la ‘protección paternal’ han perdido toda responsabilidad ante la vida creándose falsas expectativas de vida fácil y sin esfuerzo. Conllevando esto, a una generación pasiva que no aporta nada a las herencias negativas de lo que les está quedando. En esta incertidumbre, los medios de comunicación tienen gran responsabilidad, ya que la calidad de la información que llevan a los jóvenes, no les da la oportunidad de pensar, ni de tomar decisiones, encontrándose así, prisioneros en su propio mundo. Un ejemplo de esta situación es el Internet que con su paradoja de infinito, sume al chico/a en una limitación de mundo y mente, que hace que cada vez se aliene más.
En el marco del PFPD Derechos humanos
Kant hacia 1784, da su respuesta a la Ilustración, terminando el siglo la plantea como el siglo de la racionalidad, con frases como: ‘Ten el valor de servirte de tu propio entendimiento’, es decir, actuar con libertad, sin perjuicios, con autonomía, en donde la razón humana adquiere el derecho a obtener conclusiones, no tomando en cuenta los dictados de la tradición y los dogmas.
Es necesario recordar el contexto social del llamado siglo de la luces; en donde, por un lado, se ve crecer la industria, la técnica y los inventos, la urbanización, el incipiente capitalismo, el surgimiento de la clase media capitalista y el proletariado urbano; y por el otro, es una época de gran avance científico y técnico, que a su vez es la consecuencia del movimiento intelectual y científico del renacimiento.
Toda esta época es de gran madurez intelectual en donde la filosofía es una gran influencia en todos los estamentos, y la razón toma el papel prioritario de ser un instrumento de transformación que aclarara toda duda relacionada con el conocimiento, las leyes, la religión etc.
La ilustración es tomada como la liberación del ser humano de su incapacidad para utilizar su inteligencia sin la guía de otro, situación que radica en su falta de voluntad y no en su falta de inteligencia. Es más fácil depender que ser libre, dejar que otros piensen, que decidan y no atreverse a dar el salto, a incursionar en caminos diferentes; en este sentido, Kant expresa en forma contundente la tendencia antropocéntrica del renacimiento con sus características sobresalientes de la autonomía y la racionalidad.
Nuestra sociedad no será libre, hasta tanto no rompa con los lazos morales, sociales o políticos siempre están presionando sobre la realidad de los individuos. La verdadera libertad solo existiría si se toma conciencia para dejar los prejuicios a un lado, actuando solo en hacer lo debido con la diferencia del bien y del mal y trabajando en la búsqueda de la verdadera felicidad, sin ataduras sociales.
Se pensaría con base en lo anterior, que ya no deberíamos tener ataduras: pero, hoy en día es difícil despojarse de todo lo que no sirve, somos tan irracionales que cuanto dañamos, nos daña a nosotros mismos y a los demás: actuando sin tener en cuenta las consecuencias, rayando siempre en el facilismo y no haciéndonos partícipes en la solución de todo cuanto está a nuestro alrededor.
Esta manera de irse sucediendo las cosas, ha hecho que en la actualidad, la du educación presente falencias en cuanto a su concepto de autoridad; pues se cae en el error de ser impuesta y no de permitir que nos lleve a un desarrollo intelectual en donde se pueda descubrir el equilibrio entre: ejercer autoridad sin violentar los derechos; y hacer valer los derechos sin perder autoridad.
A este panorama, saltan al ruedo, los padres de familia, quienes están formando hijos enfermos para una sociedad enferma, permisivos, los cuales debido a la ‘protección paternal’ han perdido toda responsabilidad ante la vida creándose falsas expectativas de vida fácil y sin esfuerzo. Conllevando esto, a una generación pasiva que no aporta nada a las herencias negativas de lo que les está quedando. En esta incertidumbre, los medios de comunicación tienen gran responsabilidad, ya que la calidad de la información que llevan a los jóvenes, no les da la oportunidad de pensar, ni de tomar decisiones, encontrándose así, prisioneros en su propio mundo. Un ejemplo de esta situación es el Internet que con su paradoja de infinito, sume al chico/a en una limitación de mundo y mente, que hace que cada vez se aliene más.
domingo, 22 de agosto de 2010
ES NUESTRA REALIDAD
Nuestra sociedad nunca será libre; los lazos morales, sociales o políticos siempre estarán halando la realidad de los individuos. La verdadera libertad no existe, solo se es el libre cuando el pensamiento temeroso de los individuos deje a un lado los prejuicios y haga lo debido encontrando la diferencia entre el bien y el mal. Cuando trabaje por la verdadera búsqueda de la felicidad, sin ataduras sociales que lo involucren en compromisos superfluos e innecesarios. Hoy en día que difícil es despojarse de todo lo que no sirve, que irracionales somos a veces y cuanto daño causamos a nosotros mismos y a los demás: dañamos el medio ambiente, elegimos a nuestros representantes sin medir consecuencias, hacemos lo que no nos conviene, educamos a veces sin ser coherentes, no somos participes en la solución de problemas, siempre el facilismo , y así podríamos citar muchas cosas que si las analizamos no nos la creemos, porque quizá viéndolo desde otra óptica somos como deberíamos ser. Los artífices de nuestra propia desgracia. Fabiola Mena
sábado, 21 de agosto de 2010
comentario Immanuel Kant
ELIZABETH SALAZAR
La educación en la actualidad le hace falta autoridad, pero no una autoridad impueta sino una autoridad que promueva la protección de la emoción, la libertad creativa la aventura intelectual, estimular el arte de pensar para provocar inteligencia y que así mismo los jóvenes dejen de ser victimas (esclavos) de la historia y pasen a ser protagonistas.
Los padres de familia tienen mucho que ver estan formando hijos enfermos para una sociedad enferma, son permisivos y con tal de ver a sus hijos bien los sobre protegen haciendoles, dándoles, les quitan las responsabilidades y claro estos se aprovechan por que la vida fácil es la mejor. Se están formando generaciones pasivas las cuales están dejando herencias pasivas las cuales estan dejando herencias negativas y pésimas. Se deben preparar a los jóvenes para la vida, para que transformen lo negativo en creativo.
Los medios de comunicación son parte fundamental en la vida del ser humano pero también los llenan con mucha información y que a los jóvenes no les da tiempo de pensar, tomar desiciones, están siendo prisioneros en su propio mundo. Por ejemplo la internet permite ampliar el mundo de los jóvenes pero también incrementa la superficialidad, la pasividad, el hecho de compartir experiencias de vida.
La sociedad actualmente está obsesionada por triunfar pero no por su tenacidad y capacidad sino acosta de su propia libertad, sus valores, sus creencias personales, su familia.
Un hombre libre para mí es aquel que toma sus propias desiciones bajo su riesgo sin dejarse afectar por la sociedad de consumo, por las maquinarias inclusive de las religiones, es aquel que se reconoce así mismo.
La educación en la actualidad le hace falta autoridad, pero no una autoridad impueta sino una autoridad que promueva la protección de la emoción, la libertad creativa la aventura intelectual, estimular el arte de pensar para provocar inteligencia y que así mismo los jóvenes dejen de ser victimas (esclavos) de la historia y pasen a ser protagonistas.
Los padres de familia tienen mucho que ver estan formando hijos enfermos para una sociedad enferma, son permisivos y con tal de ver a sus hijos bien los sobre protegen haciendoles, dándoles, les quitan las responsabilidades y claro estos se aprovechan por que la vida fácil es la mejor. Se están formando generaciones pasivas las cuales están dejando herencias pasivas las cuales estan dejando herencias negativas y pésimas. Se deben preparar a los jóvenes para la vida, para que transformen lo negativo en creativo.
Los medios de comunicación son parte fundamental en la vida del ser humano pero también los llenan con mucha información y que a los jóvenes no les da tiempo de pensar, tomar desiciones, están siendo prisioneros en su propio mundo. Por ejemplo la internet permite ampliar el mundo de los jóvenes pero también incrementa la superficialidad, la pasividad, el hecho de compartir experiencias de vida.
La sociedad actualmente está obsesionada por triunfar pero no por su tenacidad y capacidad sino acosta de su propia libertad, sus valores, sus creencias personales, su familia.
Un hombre libre para mí es aquel que toma sus propias desiciones bajo su riesgo sin dejarse afectar por la sociedad de consumo, por las maquinarias inclusive de las religiones, es aquel que se reconoce así mismo.
jueves, 19 de agosto de 2010
QUE ES LA ILUSTRACION KANT
Docente BLANCA MARCELLY SOSA PACHECO
COMENTARIO
Preocupado por caracterizar su época Kant nos da hacia 1784, casi a finales del siglo de las luces o de la Ilustración su respuesta al significado de la misma; plantea, que es el siglo de la razón donde el hombre sale de su minoría de edad. ´Ten el valor de servirte de tu propio entendimiento´ de actuar con libertad, sin perjuicios, de esta forma al obtener la autonomía la razón humana adquiere el derecho a sacar sus propias conclusiones sin necesidad de aceptar los dictados de la tradición y los dogmas.
Es importante tener en cuenta el contexto social del siglo de la luces por una parte se ve crecer la industria, la técnica y los inventos, la urbanización, el incipiente capitalismo, el surgimiento de la clase media capitalista y el proletariado urbano, es una época de gran avance científico y técnico, que a su vez es la consecuencia del movimiento intelectual y científico del renacimiento.
Época de gran madurez intelectual que permite a la filosofía influir más ampliamente en todos los estamentos, en la que se le adjudica a la razón un papel prioritario como instrumento de transformación para aclarar toda duda relacionada con el conocimiento, las leyes, la religión etc.
La ilustración es la liberación del ser humano de su incapacidad de servirse de su inteligencia sin la guía de otro, incapacidad de la cual es culpable por que radica en su falta de voluntad y no en su falta de inteligencia. Es más fácil depender que ser libre, dejar que otros piensen, que decidan no atreverse a dar el salto, a incursionar en caminos diferentes, en este sentido Kant expresa en forma contundente la tendencia antropocéntrica del renacimiento con sus características sobresalientes la autonomía y la racionalidad.
Finalmente correlacionando el pasado con el presente las palabras de Kant a pesar del los diferentes contextos sociales y culturales tienen una vigencia patente en ámbito de la educación de nuestro país la cotidianidad de la labor docente así lo percibe. El ideal que día a día. se sugiere a nuestros estudiantes es precisamente que se sirvan de su propio entendimiento, que tienen el potencial, que solo necesitan poner su voluntad y trayendo la admiración de Kant por dos cosa; la de un cielo estrellado sobre el hombre, y la buena voluntad de los seres humanos que le permiten actuar con su imperativo categórico, que hermoso es cuando encontramos seres que asumen el deber por el deber y conforme al deber consientes de que el ser humano tiene el don más importante. Su capacidad para razonar.
LA ILUSTRACION
ADRIANA MARTINEZ GIL
El ser humano reflexiona sobre su naturaleza en general, características, necesidades físicas y psicológicas, apropiación cultural, las formas de conciencia, habilidades y emociones pero pocas ocasiones cómo evolucionan estas características, cómo se desarrollan de acuerdo a nuestra edad y cómo nos vamos apropiando de nuestra vida bajo la influencia de la cultura y de nuestro medio, sin darnos cuenta tenemos nuestra propia personalidad en torno a unos valores, a una visión y un proyecto de vida que son la base de nuestra existencia.
Cuando tomamos la decisión de examinarnos para integrar este grupo de seres humanos coherentes, conscientes, con una identidad propia, constituyendo su vida, pensando el los otros, a la luz de un sentido de trascendencia e ideales que nos permiten avanzar en el crecimiento propio con pasos firmes pero abiertos a ajustes y cambios para lograr una cierta armonía y estabilidad, hemos logrado pasar de la minoría de edad carente de entendimiento, dependiente de otros a la libertad de pensamiento, de decisión y de crecimiento, con capacidad para examinarse así mismo, críticamente, entendiendo las necesidades propias y de su entorno, creando nuevas alternativas para dar dirección a su vida y favoreciendo a los demás.
El ser humano reflexiona sobre su naturaleza en general, características, necesidades físicas y psicológicas, apropiación cultural, las formas de conciencia, habilidades y emociones pero pocas ocasiones cómo evolucionan estas características, cómo se desarrollan de acuerdo a nuestra edad y cómo nos vamos apropiando de nuestra vida bajo la influencia de la cultura y de nuestro medio, sin darnos cuenta tenemos nuestra propia personalidad en torno a unos valores, a una visión y un proyecto de vida que son la base de nuestra existencia.
Cuando tomamos la decisión de examinarnos para integrar este grupo de seres humanos coherentes, conscientes, con una identidad propia, constituyendo su vida, pensando el los otros, a la luz de un sentido de trascendencia e ideales que nos permiten avanzar en el crecimiento propio con pasos firmes pero abiertos a ajustes y cambios para lograr una cierta armonía y estabilidad, hemos logrado pasar de la minoría de edad carente de entendimiento, dependiente de otros a la libertad de pensamiento, de decisión y de crecimiento, con capacidad para examinarse así mismo, críticamente, entendiendo las necesidades propias y de su entorno, creando nuevas alternativas para dar dirección a su vida y favoreciendo a los demás.
miércoles, 18 de agosto de 2010
COMENTARIOS AL TEXTO DE KANT QUÉ ES LA ILUSTRACIÓN. LUIS MIGUEL TAMAYO
APORTE AL FORO VIRTUAL.
A sólo 5 años de la revolución francesa , en 1784, Kant produce una reflexión en la que reconoce en un rey como Federico de Prusia la figura del monarca ilustrado, de quien admite tolerar o permitir cierta libertad de sus gobernados para pronunciarse libremente sobre asuntos religiosos. Si miramos el contexto de la modernidad clásica, la ilustración, el enciclopedismo, el pensamiento europeo recién estaba despertando del letargo medieval, de ese bien llamado históricamente “oscurantismo” que durmió la conciencia de quienes por ese entonces, los europeos, eran quienes trazaban o imponían con la colonización, las líneas dominantes de la civilización. En ese marco histórico venia ya avanzada, desde el siglo XVI, la reforma religiosa protestante desde los países anglosajones y la respuesta de la iglesia, la contrarreforma. Definir la Ilustración desde esas coordenadas y más frente al nudo gordiano del conocimiento como era la cuestión religiosa, a mi juicio es un aporte significativo en el progreso del pensamiento transformador de la época.
La audacia en el pensamiento y la acción es lo que caracteriza según Kant una autonomía, una mayoría de edad, o una autorrealización cognitiva y vivencial del hombre. Y es precisamente esa naturaleza humana la que siempre se trata de ocultar individual y colectivamente en los sistemas sociales y económicos predominantes que nos rigen desde la modernidad hasta la actualidad.
Cuando en los textos que abordamos hoy los educadores, se habla se saberes autónomos, populares, cuando se nos propone nuestra identidad como trabajadores intelectuales alternativos, en las experiencias pedagógicas en que se construye una praxis transformadora del contexto rígido de la escuela, se configura esa mayoría de edad de la que habla Kant en su texto “Qué es la Ilustración”. La dificultad, la angustia, el reto de pensar por si mismos y validar las decisiones propias ante un medio hostil, ante ese “pensamiento único”, ante el establecimiento declarado como panacea de todos los problemas humanos, es la realidad que tenemos los docentes en nuestro día a día y en los proyectos de vida.
En nuestros estilos de acción indiferentes, o en esos “currículos ocultos” que mostramos los profesores en las instituciones para pasar agachados frente a los problemas, o simplemente esa consigna “de sálvese quien pueda” que adoptamos para no comprometernos con nadie, ni correr riesgos, hay una minoría de edad, una minusvalidez cognitiva, una cobardía disfrazada de razones individuales que tratamos de disimular acogiéndonos a la sombra de los formalismos del régimen, argumentando que esa es la normatividad vigente, aceptando sin ninguna actitud crítica los lineamientos oficiales que convierten la educación en una mercancía regulada por la oferta y la demanda.
En la dinámica del que hacer educativo pareciera cumplirse la conjugación de dos verbos : yo participo, tu participas, el participa, nosotros participamos… ellos deciden… Los tutores de los que renuncian a la emancipación, a la autodeterminación y la autonomía saben del control de su rebaño, conocen de la adicción al servilismo, y manejan la pereza y la idiotizacion de las masas que les producen sus riquezas y su poder enmarcado en leyes, conceptos y en el incuestionado orden natural de su dominación.
Kant, a mi juicio no se equivoca cuando expone y fundamenta una liberación humana desde el conocimiento, el saber y el intelecto frente a las tinieblas feudales, al orden divino del universo y al poder emanado de una entidad externa del hombre y la sociedad misma. No formuló, eso si, una filosofía de la transformación del mundo que expresó Marx más adelante cuando afirmaba en las 11 Tesis sobre Feurbach : “Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo.”
La expresión “Sapere aude” : “ten la valentía de servirte de tu propio intelecto” es pues una consigna, no solo de la Ilustración, sino también válida para los docentes, es como lo diría Kant un “imperativo categórico” o deber ser en la línea de una educación de mayor calidad o también como lo decían los intelectuales colombianos en los años 70, fundadores del Semanario “Alternativa” : “Atreverse a pensar, es empezar a luchar”
Luis Miguel Tamayo Gaviria
A sólo 5 años de la revolución francesa , en 1784, Kant produce una reflexión en la que reconoce en un rey como Federico de Prusia la figura del monarca ilustrado, de quien admite tolerar o permitir cierta libertad de sus gobernados para pronunciarse libremente sobre asuntos religiosos. Si miramos el contexto de la modernidad clásica, la ilustración, el enciclopedismo, el pensamiento europeo recién estaba despertando del letargo medieval, de ese bien llamado históricamente “oscurantismo” que durmió la conciencia de quienes por ese entonces, los europeos, eran quienes trazaban o imponían con la colonización, las líneas dominantes de la civilización. En ese marco histórico venia ya avanzada, desde el siglo XVI, la reforma religiosa protestante desde los países anglosajones y la respuesta de la iglesia, la contrarreforma. Definir la Ilustración desde esas coordenadas y más frente al nudo gordiano del conocimiento como era la cuestión religiosa, a mi juicio es un aporte significativo en el progreso del pensamiento transformador de la época.
La audacia en el pensamiento y la acción es lo que caracteriza según Kant una autonomía, una mayoría de edad, o una autorrealización cognitiva y vivencial del hombre. Y es precisamente esa naturaleza humana la que siempre se trata de ocultar individual y colectivamente en los sistemas sociales y económicos predominantes que nos rigen desde la modernidad hasta la actualidad.
Cuando en los textos que abordamos hoy los educadores, se habla se saberes autónomos, populares, cuando se nos propone nuestra identidad como trabajadores intelectuales alternativos, en las experiencias pedagógicas en que se construye una praxis transformadora del contexto rígido de la escuela, se configura esa mayoría de edad de la que habla Kant en su texto “Qué es la Ilustración”. La dificultad, la angustia, el reto de pensar por si mismos y validar las decisiones propias ante un medio hostil, ante ese “pensamiento único”, ante el establecimiento declarado como panacea de todos los problemas humanos, es la realidad que tenemos los docentes en nuestro día a día y en los proyectos de vida.
En nuestros estilos de acción indiferentes, o en esos “currículos ocultos” que mostramos los profesores en las instituciones para pasar agachados frente a los problemas, o simplemente esa consigna “de sálvese quien pueda” que adoptamos para no comprometernos con nadie, ni correr riesgos, hay una minoría de edad, una minusvalidez cognitiva, una cobardía disfrazada de razones individuales que tratamos de disimular acogiéndonos a la sombra de los formalismos del régimen, argumentando que esa es la normatividad vigente, aceptando sin ninguna actitud crítica los lineamientos oficiales que convierten la educación en una mercancía regulada por la oferta y la demanda.
En la dinámica del que hacer educativo pareciera cumplirse la conjugación de dos verbos : yo participo, tu participas, el participa, nosotros participamos… ellos deciden… Los tutores de los que renuncian a la emancipación, a la autodeterminación y la autonomía saben del control de su rebaño, conocen de la adicción al servilismo, y manejan la pereza y la idiotizacion de las masas que les producen sus riquezas y su poder enmarcado en leyes, conceptos y en el incuestionado orden natural de su dominación.
Kant, a mi juicio no se equivoca cuando expone y fundamenta una liberación humana desde el conocimiento, el saber y el intelecto frente a las tinieblas feudales, al orden divino del universo y al poder emanado de una entidad externa del hombre y la sociedad misma. No formuló, eso si, una filosofía de la transformación del mundo que expresó Marx más adelante cuando afirmaba en las 11 Tesis sobre Feurbach : “Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo.”
La expresión “Sapere aude” : “ten la valentía de servirte de tu propio intelecto” es pues una consigna, no solo de la Ilustración, sino también válida para los docentes, es como lo diría Kant un “imperativo categórico” o deber ser en la línea de una educación de mayor calidad o también como lo decían los intelectuales colombianos en los años 70, fundadores del Semanario “Alternativa” : “Atreverse a pensar, es empezar a luchar”
Luis Miguel Tamayo Gaviria
. QUE ES LA ILUSTRACIÓN DE KANT: IMPORTANTE LECTURA
Breve comentario por: Claudia Bolívar
Docente participante del seminario de derechos humanos.
Docente participante del seminario de derechos humanos.
La obra de Kant es muy interesante, puesto que surge en un momento trascendental de la humanidad, en el cual se presentan variados avances en todos los ámbitos del ser y de la sociedad; "EL SIGLO DE LAS LUCES" S.XVIII, en el cual surgen importantes descubrimientos y creaciones de la mente, como respuestas a las necesidades o problemas de los seres humanos y aclaración de dudas frente a los misterios de la creación.
La pregunta de qué es la ilustración? planteada por Kant puede, en principio tener una respuesta: "ilustración" del latín "Ilustrare" que significa iluminación. Afortunadamente, Kant establece una obra que le llevó toda su vida (80 años) para ilustrarnos sobre la respuesta a este interrogante. Kant plantea que la ilustración es "la salida del hombre de su minoría de edad. la cual radica en la incapacidad del hombre para servirse de su propio entendimiento, sin la dirección de otro (tutor, pastor, guía espiritual, médico). Uno mismo es culpable de la minoría de edad, cuando la causa no está en un defecto del entendimiento, sino en la falta de decisión y ánimo para sentirse con independencia de él, invita a sapere aude, atrévete a saber, ten el valor de servirte de tu propio entendimiento"
El planteamiento de Kant es de hace tres siglos y sin embargo aplica en nuestros días, tenemos un minoría de edad tan marcada por innumerables motivos, es tan cómodo que los demás piensen por nosotros, en cualquiera de los ámbitos que se observe, la mayoría se ubican en esta minoría de edad, nos falta el valor, el coraje, la acción decidida e impetuosa de asumir nuestra mayoría de edad, porque eso implicaría dejar la "comodidad" que significa estar en la minoría de edad.
Esta condición es muy nociva para los seres humanos y para la sociedad, puesto que de esta condición se valen los "poderosos" para someter a pueblos enteros a su antojo y ocurre a grandes y a pequeñas escalas, ocurre en las diferentes clases sociales y políticas, en la comunidad religiosa aún en nuestro sistema educativo, el cual esta diseñado para nunca salir de la minoría de edad con los decretos como el 230, hoy 1290, el manejo de desempeños, los estándadres "minimos" en fin toda esa maquinaria montada desde el sistema educativo, educación de escritorio, en la cual estamos inmersos y que por el afán de llenar formatos, certificaciones, seguir programas y demás, no nos queda tiempo de atender lo esencial de la escuela, el pensamiento, la razón, obviamente sin descuidar el ser ni el sentir, del cual debe surgir toda solución a los problemas presentados en la sociedad, los cuales tienden a empeorar..
Retomando a Kant, es necesario hacer alusión a dos obras creadas por él como son la" ética de la razón" y la" paz perpetua", ya que en estas obras hay algunos conceptos básicos por los cuales podemos empezar para plantear algunas soluciones a nuestros problemas actuales. se toma la ética como" la libertad fundamental del individuo, la libertad del gobierno de si mismo, para obedecer en conciencia las leyes del universo como se revelan por la razón".Las leyes de la naturaleza merecen nuestro respeto y es necesario conocerlas para estar preparados en el momento que nos sorprendan, más aún en estos tiempos en los cuales se han gastado de manera poco adecuada sus recursos. Sin embargo las leyes de los seres humanos creadas para someter a otros seres humanos, deben ser debatidas y decididas por todos los que de ellas van a participar. Kant creía que "El bienestar de cada individuo debía ser considerado como un fin en sí mismo y que el mundo había de progresar hacia una sociedad donde la razón obligara a todo legislador a crear sus leyes de tal manera que nacieran de la voluntad única de un pueblo entero y a considerar a todo sujeto, en la medida en que quisiera ser ciudadano partiendo del principio, de si ha estado deacuerdo con esta voluntad".
En la medida en que, los que "tenemos" un pequeño conocimiento, lo compartamos y debatamos con los demás, escuchemos los planteamientos, razones, sentimientos, problemas y necesidades de los otros, podremos llegar a un acuerdo y decidir sobre nuestro destino y el de los demás,el espacio de nuestras aulas debe convertirse en el laboratorio preciso para intentar ubicarnos en el camino hacia una mayoría de edad, así tal vez cuando nuestros estudiantes tengan su cédula y sean ciudadanos, no les sirva estas condiciones sólo para delegar a los que mal deciden y piensan por ellos...
COMENTARIOS LECTURA QUE ES LA ILUSTRACION?
¿Qué es la ilustración?
Immanuel Kant
Immanuel Kant
La respuesta de Immanuel Kant frente a lo que significa la ilustración “separe aude”: ten valor de servirte de tu propio entendimiento. Se refiere a la independencia y la responsabilidad con que puede actuar el ser humano como ciudadano. Librepensador, independiente, dueño de sus acciones, cuando ha pasado por el proceso de conseguir lo que Kant llama la mayoría de edad.
Kant también refiere la comodidad del ser humano al permanecer en la minoría de edad, teniendo como causas importantes de ésta, la pereza y la cobardía. Es decir, para el ser humano no es fácil ser mayor de edad, ya que ello implica un compromiso de responder por sus acciones, palabras, actitudes, basado en la razón.
El ser humano que ejerce la mayoría de edad tiene derecho a hacer uso público de la razón, este hecho constituye para Kant la verdadera ilustración.
Trasladando el texto de Kant a la realidad escolar, encontramos que efectivamente al pretender asumir la mayoría de edad, se encuentran muchas limitaciones, el mismo sistema escolar con sus políticas educativas, sus reglamentaciones, la resistencia al cambio entre otros. El hacerse libre de estas cadenas permite que en la dinámica escolar, el maestro sea un acompañante en la búsqueda de esa mayoría de edad de sus estudiantes. Esto a su vez requiere de la formación espiritual de los estudiantes y no de la instrucción meramente instrumental o técnica de la educación, que se tiende a caer con frecuencia en los colegios.
De todas formas el compromiso del maestro en este sentido resulta ser fundamental en la vida de los niños y niñas que pasan por sus manos, su mente y su corazón.
Enseñar a pensar y a usar la razón contribuye a formar mentes despiertas ciudadanos que pueden conseguir la mayoría de edad con mayor facilidad que aquellos que se forman únicamente en la obediencia.
Carmen Cecilia Villamizar V. Instituto Técnico Industrial Piloto
SOMOS RESPONSABLES DE NUESTRA MAYORIA DE EDAD ¿QUÉ ES LA ILUSTRACIÓN?
La ilustración es la salida del hombre de su mínoria de edad. Para Imanuel Kant la mínoria de edad se entiende como cierto estado de otra voluntad que nos hace aceptar la autoridad del otro para conducirnos por dominios en los cuales conviene hacer uso de la razón. Uno mismo es culpable de la mínoria de edad cuando la causa de ella es la falta de decisión y animo para servirse de su entendimiento sin la conducción de otro. La primicia de la ilustración es "ten valor de servirte de tu propio entendimiento"
Para Kant la modernidad no es solo un periodo de la historia sino una actitud de tomar conciencia y hacer uso de la razón con fines establecidos, entonces ser un hombre mayor de edad no implica serlo solo por fluir en ese momento, sino por tomarse como objeto de elaboración.
Liliana Hernández Torres
RESPUESTA A LA PREGUNTA: ¿QUE ES LA ILUSTRACION?
El concepto de ilustración según Kant, es salir de la minoría de edad sirviéndose del entendimiento sin la dirección de otro, lo que implica decisión y arrojo.
En una sociedad como la nuestra, donde por todos los medios incluyendo la Iglesia, los doctores, la escuela, nos están diciendo qué es lo bueno y qué es lo malo, en donde el Estado “mantiene” a las clases pobres brindando “salud, alimentación, educación” , a veces sin hacer el más mínimo esfuerzo; es una dura tarea tratar que entiendan que pueden salir adelante por su propio entendimiento, aún cayéndose, sin esperar que otro los guíe, con el esfuerzo del espíritu.
En las clases medias y altas, no es muy diferente; el dinero puede pagar aquellas necesidades básicas del ser humano, por lo tanto, no hay necesidad de llegar a la ilustración, es más cómodo conformarse con lo que se tiene sin necesidad de buscar otras salidas a una ignorancia que puede tener consecuencias funestas para el espíritu: angustia existencial, necesidad de guiar a otros, ir en contra de la autoridad generando problemas que atenten el bienestar propio.
La pereza y la cobardía, entonces serían las causas más simples para no llegar a la mayoría del entendimiento; por otro lado en esta sociedad no se permite pensar por sí mismo y mucho menos cuando se va en contra de las instituciones, no se permite pensar cuando existe una jerarquía ya que ella guía, no solamente hacia lo bueno, incluso hacia lo que es perjudicial, tiene todo el poder, por ello los gobernantes no son tutores, por lo tanto no tienen o no les importa tener fe en el pueblo: se les puede ir en contra.
Para llegar a la mayoría de edad, se necesita, pensar por sí mismo, con convicción de que se es capaz, con seguridad y siempre pensando que en su empeño puede encontrar muchas barreras que pueden perjudicar su propio bienestar; por ende, los maestros, como tutores de la nueva sociedad, desde nuestra gran ignorancia en medio de todo lo que nos falta por aprender y con esfuerzo del espíritu, somos los responsables de ilustrar a los jóvenes que tenemos en nuestras manos.
Martha Patricia García
En una sociedad como la nuestra, donde por todos los medios incluyendo la Iglesia, los doctores, la escuela, nos están diciendo qué es lo bueno y qué es lo malo, en donde el Estado “mantiene” a las clases pobres brindando “salud, alimentación, educación” , a veces sin hacer el más mínimo esfuerzo; es una dura tarea tratar que entiendan que pueden salir adelante por su propio entendimiento, aún cayéndose, sin esperar que otro los guíe, con el esfuerzo del espíritu.
En las clases medias y altas, no es muy diferente; el dinero puede pagar aquellas necesidades básicas del ser humano, por lo tanto, no hay necesidad de llegar a la ilustración, es más cómodo conformarse con lo que se tiene sin necesidad de buscar otras salidas a una ignorancia que puede tener consecuencias funestas para el espíritu: angustia existencial, necesidad de guiar a otros, ir en contra de la autoridad generando problemas que atenten el bienestar propio.
La pereza y la cobardía, entonces serían las causas más simples para no llegar a la mayoría del entendimiento; por otro lado en esta sociedad no se permite pensar por sí mismo y mucho menos cuando se va en contra de las instituciones, no se permite pensar cuando existe una jerarquía ya que ella guía, no solamente hacia lo bueno, incluso hacia lo que es perjudicial, tiene todo el poder, por ello los gobernantes no son tutores, por lo tanto no tienen o no les importa tener fe en el pueblo: se les puede ir en contra.
Para llegar a la mayoría de edad, se necesita, pensar por sí mismo, con convicción de que se es capaz, con seguridad y siempre pensando que en su empeño puede encontrar muchas barreras que pueden perjudicar su propio bienestar; por ende, los maestros, como tutores de la nueva sociedad, desde nuestra gran ignorancia en medio de todo lo que nos falta por aprender y con esfuerzo del espíritu, somos los responsables de ilustrar a los jóvenes que tenemos en nuestras manos.
Martha Patricia García
PROYECTO INVESTIGACIÓN DERECHOS HUMANOS COLEGIO TOBERIN
El proyecto de investigación, realizado en nuestra institución COLEGIO TOBERIN, busca que nuestros estudiantes se apropien de los derechos humanos a partir de su proyecto de vida mediante el respeto por la diferencia y la sana convivencia .
En el siguiente link.encotrara el trabajo de investigación.VER TRABAJO
VER TRABAJO
En el siguiente link ud. podrá observar el vídeo donde se realiza la sensibilización de la apropiación de los derechos humanos , en los estudiantes del Colegio Toberin.
VER VIDEO
Autor LEO FABRICIO JIMENEZ R.
DOCENTE COLEGIO TOBERIN.
En el siguiente link.encotrara el trabajo de investigación.VER TRABAJO
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En el siguiente link ud. podrá observar el vídeo donde se realiza la sensibilización de la apropiación de los derechos humanos , en los estudiantes del Colegio Toberin.
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Autor LEO FABRICIO JIMENEZ R.
DOCENTE COLEGIO TOBERIN.
RESPUESTA A LA PREGUNTA ¿QUÉ ES ILUSTRACIÓN?
Diana Murcia Clavijo
Para Kant la historia humana tiene un objetivo , la realización de la libertad; precisamente, explica cómo, en su marcha histórica, el hombre va desarrollando de manera natural muchas capacidades que son innatas en todo la especie humana, una de ellas según Kant, es la razón. Él, al igual que los filósofos ilustrados, cree en el progreso de la razón y en la perfección de la especia humana.
Para Kant los extremos del desarrollo progresivo del ser humano son el instinto y la razón. Entre ambos extremos, la historia del hombre encuentra su lugar intermedio es el espacio de la libertad. Sólo es responsable quien puede actuar con libertad, o sea, con independencia de inclinaciones sensibles.
Para Kant la ilustración es "salir de la minoría de edad". Esta minoría radica en la incapacidad de servirse del propio entendimiento, dejando de lado la dirección de otro. Lo fundamental de la ilustración, es la de tener el valor de servirse del propio entendimiento, de la propia capacidad de pensar.
Según Kant la mayoría de los mortales permanecen en la minoría de edad a causa de la pereza o de la cobardía. Pensar por sí mismos quiere decir, en definitiva, ser libre para expresar nuestros pensamientos, fijar una posición, defender nuestros principios, pero esto exige valentía; para ser autónomos debemos estar dispuestos a pagar un precio por disentir en vez de repetir lo que dice el otro.
El uso público de la razón siempre debe ser libre, y es el único que puede producir la ilustración de los hombres. Nadie está obligado a cumplir una orden o a defender una postura que repugne su conciencia moral, es decir en la medida en que nos atrevemos a pensar desde nuestra propia conciencia.
Kant enuncia que el ciudadano que paga impuestos, el oficial que da la orden, el cura que enseña catecismo, todos ellos deberían estar habilitados para hacer público su razonamiento sobre sus funciones o roles. La estrategia militar, las creencias religiosas, los impuestos, pueden hacerse públicos en las expresiones públicas de los diarios. Nadie puede impedir este uso público de la razón, aunque al interior de las instituciones predomine el uso privado, por ejemplo, el cura, el soldado, el contribuyente pueden ver restringida su posibilidad de opinar sobre las cuestiones de gobierno institucional dentro del ámbito privado; pero ninguna ley puede prohibir que ellos expongan sus ideas en los medios de comunicación, o en un ámbito público cualquiera.
Por supuesto que Kant advierte los riesgos de poner en marcha este uso público de la razón; quien expone su punto de vista puede ser despedido, excomulgado, multado, excluido. Pero el riesgo es aún mayor cuando los hombres - por temor o cobardía - se privan de ello.
Si la libertad está dada por naturaleza, si los hombres pueden ser libres, entonces deben ser libres. Negar el uso público de la razón, es negar la libertad. Y el alcance de esa prohibición no es individual sino social.
Ser sujetos ilustrados significa• ser sujetos capaces del ejercicio de libre pensamiento, que no quiere decir cualquier pensamiento, sino
el de llevar adelante la crítica de las instituciones, de las prácticas que ellas generan y los comportamientos que promueven.
Por último la dignidad y la libertad van unidas y salir de la minoría de edad es un acto que nos debemos a nosotros mismos y a nuestra descendencia.
Diana Murcia Clavijo
Para Kant la historia humana tiene un objetivo , la realización de la libertad; precisamente, explica cómo, en su marcha histórica, el hombre va desarrollando de manera natural muchas capacidades que son innatas en todo la especie humana, una de ellas según Kant, es la razón. Él, al igual que los filósofos ilustrados, cree en el progreso de la razón y en la perfección de la especia humana.
Para Kant los extremos del desarrollo progresivo del ser humano son el instinto y la razón. Entre ambos extremos, la historia del hombre encuentra su lugar intermedio es el espacio de la libertad. Sólo es responsable quien puede actuar con libertad, o sea, con independencia de inclinaciones sensibles.
Para Kant la ilustración es "salir de la minoría de edad". Esta minoría radica en la incapacidad de servirse del propio entendimiento, dejando de lado la dirección de otro. Lo fundamental de la ilustración, es la de tener el valor de servirse del propio entendimiento, de la propia capacidad de pensar.
Según Kant la mayoría de los mortales permanecen en la minoría de edad a causa de la pereza o de la cobardía. Pensar por sí mismos quiere decir, en definitiva, ser libre para expresar nuestros pensamientos, fijar una posición, defender nuestros principios, pero esto exige valentía; para ser autónomos debemos estar dispuestos a pagar un precio por disentir en vez de repetir lo que dice el otro.
El uso público de la razón siempre debe ser libre, y es el único que puede producir la ilustración de los hombres. Nadie está obligado a cumplir una orden o a defender una postura que repugne su conciencia moral, es decir en la medida en que nos atrevemos a pensar desde nuestra propia conciencia.
Kant enuncia que el ciudadano que paga impuestos, el oficial que da la orden, el cura que enseña catecismo, todos ellos deberían estar habilitados para hacer público su razonamiento sobre sus funciones o roles. La estrategia militar, las creencias religiosas, los impuestos, pueden hacerse públicos en las expresiones públicas de los diarios. Nadie puede impedir este uso público de la razón, aunque al interior de las instituciones predomine el uso privado, por ejemplo, el cura, el soldado, el contribuyente pueden ver restringida su posibilidad de opinar sobre las cuestiones de gobierno institucional dentro del ámbito privado; pero ninguna ley puede prohibir que ellos expongan sus ideas en los medios de comunicación, o en un ámbito público cualquiera.
Por supuesto que Kant advierte los riesgos de poner en marcha este uso público de la razón; quien expone su punto de vista puede ser despedido, excomulgado, multado, excluido. Pero el riesgo es aún mayor cuando los hombres - por temor o cobardía - se privan de ello.
Si la libertad está dada por naturaleza, si los hombres pueden ser libres, entonces deben ser libres. Negar el uso público de la razón, es negar la libertad. Y el alcance de esa prohibición no es individual sino social.
Ser sujetos ilustrados significa• ser sujetos capaces del ejercicio de libre pensamiento, que no quiere decir cualquier pensamiento, sino
el de llevar adelante la crítica de las instituciones, de las prácticas que ellas generan y los comportamientos que promueven.
Por último la dignidad y la libertad van unidas y salir de la minoría de edad es un acto que nos debemos a nosotros mismos y a nuestra descendencia.
opinion sobre la ilustracion juan carlos barragan
Ante la pregunta ¿Qué es la ilustracion? Kant responde que es ante todo la adquisicion de la mayoria de edad de la razon significando esto como el uso libre y responsable de la razon en todos los aspectos de la vida del individuo (social , politico , etico , religioso) y es precisamente lo anterior lo que da suprema relevancia a esta etapa del pensamiento (uso de la razon) libre y dirigente en una pequeña parte de la poblacion ilustrados sino el surgimiento de mentes igualmente maduras y libres que alentaban su nacimiento en todos los aspectos del conocimiento humano , y en especial sobre el religiosos ya que era esta el responsable en gran medida de el en ``claustramiento mental “ pues no adaptada opiniones y razones mas alla de las propias consideradas hasta entonses coma absolutas e inamovibles.
En nuestras sociedad actual vulve a aparecer como tarea fundamental el convertirnos desde nuestro papel de educadores como impulsadores de mentes compremetidas con su momento historico y social. Que posibiliten el desarrollo desde todos los aspectos de la vida pues solo asi lograremos desprendernos del pesedo caparazon que por siglos nos han impuesto aquellos que asi mismo se proclaman como guias del pensamiento colectivo debido a lo anterior asumo como frase de batalla aquella que nos dejara la revolucion francesa : pude que no este de acuerdo con sus opiniones y razones pero defender a muerte el derecho que tiene de expresarla libremente.
En nuestras sociedad actual vulve a aparecer como tarea fundamental el convertirnos desde nuestro papel de educadores como impulsadores de mentes compremetidas con su momento historico y social. Que posibiliten el desarrollo desde todos los aspectos de la vida pues solo asi lograremos desprendernos del pesedo caparazon que por siglos nos han impuesto aquellos que asi mismo se proclaman como guias del pensamiento colectivo debido a lo anterior asumo como frase de batalla aquella que nos dejara la revolucion francesa : pude que no este de acuerdo con sus opiniones y razones pero defender a muerte el derecho que tiene de expresarla libremente.
Comentario sobre “La Ilustración”
La ilustración es un movimiento de gran influencia ideológica y cultural, el cual se deriva principalmente en el hecho por el cual el hombre sale de la minoría de edad. Según lo expuesto por Kant, esta condición se fundamenta en la incapacidad de servirse del propio entendimiento, sin la ayuda y el acompañamiento de otro y refleja la culpabilidad del mismo hombre para estar anclado en esta condición. La ilustración por lo tanto es una crítica al sentido que se le había otorgado a la razón y cómo ésta al ser utilizada de forma independiente podría ser una estrategia transformadora para lograr la autonomía del hombre.
Muchos hombres y mujeres a pesar de tener cierta edad que les permitiría evolucionar en la transformación de sus vidas, siguen siendo incapaces de liberarse y avanzar debido al estado de conformismo, pereza y a la comodidad que representa el hecho de esperar que el otro haga por mí; donde el miedo y el querer arriesgarse a tomar decisiones influyen de forma determinante en el proceso de independencia y autonomía que como ser humano se debiera tener.
Considero que la invitación de Kant es justamente a replantear sobre la condición del ser humano, qué es lo que quiere?, que espera de su vida?, qué aspectos le harían feliz? Cuáles son sus intereses y necesidades?, es tratar de visualizar y concretar un proyecto de vida basados en el deseo de atreverse a pensar por uno mismo, a buscar la independencia y la libertad , a pesar de estar influenciados por una época que va deprisa y que no da tiempo de asimilar el acelerado cambio. Todo es posible en la medida en que se tenga la voluntad para atreverse a cambiar esquemas y al deseo de actuar con libertad.
Andrea Torres Acosta.
Comentario sobre “La Ilustración”
Comentario sobre “La Ilustración”
La ilustración es un movimiento de gran influencia ideológica y cultural, el cual se deriva principalmente en el hecho por el cual el hombre sale de la minoría de edad. Según lo expuesto por Kant, esta condición se fundamenta en la incapacidad de servirse del propio entendimiento, sin la ayuda y el acompañamiento de otro y refleja la culpabilidad del mismo hombre para estar anclado en esta condición. La ilustración por lo tanto es una crítica al sentido que se le había otorgado a la razón y cómo ésta al ser utilizada de forma independiente podría ser una estrategia transformadora para lograr la autonomía del hombre.
Muchos hombres y mujeres a pesar de tener cierta edad que les permitiría evolucionar en la transformación de sus vidas, siguen siendo incapaces de liberarse y avanzar debido al estado de conformismo, pereza y a la comodidad que representa el hecho de esperar que el otro haga por mí; donde el miedo y el querer arriesgarse a tomar decisiones influyen de forma determinante en el proceso de independencia y autonomía que como ser humano se debiera tener.
Considero que la invitación de Kant es justamente a replantear sobre la condición del ser humano, qué es lo que quiere?, que espera de su vida?, qué aspectos le harían feliz? Cuáles son sus intereses y necesidades?, es tratar de visualizar y concretar un proyecto de vida basados en el deseo de atreverse a pensar por uno mismo, a buscar la independencia y la libertad , a pesar de estar influenciados por una época que va deprisa y que no da tiempo de asimilar el acelerado cambio. Todo es posible en la medida en que se tenga la voluntad para atreverse a cambiar esquemas y al deseo de actuar con libertad.
Andrea Torres Acosta.
SERÁ QUE LA EDAD SI MIDE LA MADUREZ E ILUSTRACIÓN DE UN INDIVIDUO, O SON SUS IDEAS Y EL DESARROLLO DE ELLAS?
PEQUEÑO ANALISIS PARA PENSAR BASADO EN LO YA ESCRITO.
POR RICARDO CALDERON QUINTERO
Sería bueno cuestionarnos porqué si existen cosas tan claras acerca del conocimiento y del uso de este el ser humano en su asqueroso egoísmo evade este conocimiento y sigue lanzando el mundo hacia un abismo con un fondo cabado por el mismo.
Respecto a la ilustracion y el manejo de ella Kant nos comenta que es el mismo hombre el culpable de ella. Kant piensa que la minoría de edad estriba en la incapacidad de servirse del propio entendimiento, sin la dirección de otro. Uno mismo es culpable de esta minoría de edad cuando la causa de ella no yace en un defecto del entendimiento, sino en la falta de decisión y ánimo para servirse con independencia de él, sin la conducción de otro. ¡Sapere aude! ¡Ten valor de servirte de tu propio entendimiento! He aquí la divisa de la ilustración.
La mayoría de los hombres, a pesar de que la naturaleza los ha librado desde tiempo atrás de conducción ajena (naturaliter maiorennes), permanecen con gusto bajo ella a lo largo de la vida, debido a la pereza y la cobardía. Por eso les es muy fácil a los otros erigirse en tutores. ¡Es tan cómodo ser menor de edad! Si tengo un libro que piensa por mí, un pastor que reemplaza mi conciencia moral, un médico que juzga acerca de mi dieta, y así sucesivamente, no necesitaré del propio esfuerzo. Tal y como sucede en Colombia cuando nos hacemos los de la vista gorda frente a muchas situaciones que sabemos estan mal pero que no actuamos ni como profesionales ni como personas. Con sólo poder pagar, no tengo necesidad de pensar: otro tomará mi puesto en tan fastidiosa tarea. Como la mayoría de los hombres (y entre ellos la totalidad del bello sexo) tienen por muy peligroso el paso a la mayoría de edad, fuera de ser penoso, aquellos tutores ya se han cuidado muy amablemente de tomar sobre sí semejante superintendencia. Después de haber atontado sus reses domesticadas, de modo que estas pacíficas criaturas no osan dar un solo paso fuera de las andaderas en que están metidas, les mostraron el riesgo que las amenaza si intentan marchar solas. Lo cierto es que ese riesgo no es tan grande, pues después de algunas caídas habrían aprendido a caminar; pero los ejemplos de esos accidentes por lo común producen timidez y espanto, y alejan todo ulterior intento de rehacer semejante experiencia.
Por tanto, a cada hombre individual le es difícil salir de la minoría de edad, casi convertida en naturaleza suya; inclusive, le ha cobrado afición. Por el momento es realmente incapaz de servirse del propio entendimiento, porque jamás se le deja hacer dicho ensayo. Los grillos que atan a la persistente minoría de edad están dados por reglamentos y fórmulas: instrumentos mecánicos de un uso racional, o mejor de un abuso de sus dotes naturales. Por no estar habituado a los movimientos libres, quien se desprenda de esos grillos quizá diera un inseguro salto por encima de alguna estrechísima zanja. Por eso, sólo son pocos los que, por esfuerzo del propio espíritu, logran salir de la minoría de edad y andar, sin embargo, con seguro paso.
Es admirable como Kant nos hace pensar que hay animales mas racionales que los humanos quienes en su infinita grandeza utilizan el conocimiento para su propia destrucción como lo hacemos al utilizar la cuestionada tecnología que habría que analizar si ha hecho mas daño que bien a la humanidad.
Respecto a la tambien tan cuestionada libertad , en cambio, Kant piensa que es posible que el público se ilustre a sí mismo, siempre que se le deje en libertad; incluso, casi es inevitable. En efecto, siempre se encontrarán algunos hombres que piensen por sí mismos, hasta entre los tutores instituidos por la confusa masa. Ellos, después de haber rechazado el yugo de la minoría de edad, ensancharán el espíritu de una estimación racional del propio valor y de la vocación que todo hombre tiene: la de pensar por sí mismo. Notemos en particular que con anterioridad los tutores habían puesto al público bajo ese yugo, estando después obligados a someterse al mismo. Tal cosa ocurre cuando algunos, por sí mismos incapaces de toda ilustración, los incitan a la sublevación: tan dañoso es inculcar prejuicios, ya que ellos terminan por vengarse de los que han sido sus autores o propagadores. Luego, el público puede alcanzar ilustración sólo lentamente. Quizá por una revolución sea posible producir la caída del despotismo personal o de alguna opresión interesada y ambiciosa; pero jamás se logrará por este camino la verdadera reforma del modo de pensar, sino que surgirán nuevos prejuicios que, como los antiguos, servirán de andaderas para la mayor parte de la masa, privada de pensamiento.
Sin embargo, para esa ilustración sólo se exige libertad y, por cierto, la más inofensiva de todas las que llevan tal nombre, a saber, la libertad de hacer un uso público de la propia razón, en cualquier dominio. Pero oigo exclamar por doquier: ¡no razones! El oficial dice: ¡no razones, adiéstrate! El financista: ¡no razones y paga! El pastor: ¡no razones, ten fe! (Un único señor dice en el mundo: ¡razonad todo lo que queráis y sobre lo que queráis, pero obedeced!) Por todos lados, pues, encontramos limitaciones de la libertad. Pero ¿cuál de ellas impide la ilustración y cuáles, por el contrario, la fomentan? He aquí mi respuesta: el uso público de la razón siempre debe ser libre, y es el único que puede producir la ilustración de los hombres. El uso privado, en cambio, ha de ser con frecuencia severamente limitado, sin que se obstaculice de un modo particular el progreso de la ilustración. Entiendo por uso público de la propia razón el que alguien hace de ella, en cuanto docto, y ante la totalidad del público del mundo de lectores. Llamo uso privado al empleo de la razón que se le permite al hombre dentro de un puesto civil o de una función que se le confía. Ahora bien, en muchas ocupaciones concernientes al interés de la comunidad son necesarios ciertos mecanismos, por medio de los cuales algunos de sus miembros se tienen que comportar de modo meramente pasivo, para que, mediante cierta unanimidad artificial, el gobierno los dirija hacia fines públicos, o al menos, para que se limite la destrucción de los mismos. Como es natural, en este caso no es permitido razonar, sino que se necesita obedecer. Pero en cuanto a esta parte de la máquina, se la considera miembro de una comunidad íntegra o, incluso, de la sociedad cosmopolita; en cuanto se la estima en su calidad de docto que, mediante escritos, se dirige a un público en sentido propio, puede razonar sobre todo, sin que por ello padezcan las ocupaciones que en parte le son asignadas en cuanto miembro pasivo. Así, por ejemplo, sería muy peligroso si un oficial, que debe obedecer al superior, se pusiera a argumentar en voz alta, estando de servicio, acerca de la conveniencia o inutilidad de la orden recibida. Tiene que obedecer. Pero no se le puede prohibir con justicia hacer observaciones, en cuanto docto, acerca de los defectos del servicio militar y presentarlas ante el juicio del público. El ciudadano no se puede negar a pagar los impuestos que le son asignados, tanto que una censura impertinente a esa carga, en el momento que deba pagarla, puede ser castigada por escandalosa (pues podría ocasionar resistencias generales). Pero, sin embargo, no actuará en contra del deber de un ciudadano si, como docto, manifiesta públicamente sus ideas acerca de la inconveniencia o injusticia de tales impuestos. De la misma manera, un sacerdote está obligado a enseñar a sus catecúmenos y a su comunidad según el símbolo de la Iglesia a que sirve, puesto que ha sido admitido en ella con esa condición. Pero, como docto, tiene plena libertad, y hasta la misión, de comunicar al público sus ideas cuidadosamente examinadas y bien intencionadas acerca de los defectos de ese símbolo; es decir, debe exponer al público las proposiciones relativas a un mejoramiento de las instituciones, referidas a la religión y a la Iglesia. En esto no hay nada que pueda provocar en él escrúpulos de conciencia. Presentará lo que enseña en virtud de su función en tanto conductor de la Iglesia como algo que no ha de enseñar con arbitraria libertad, y según sus propias opiniones, porque se ha comprometido a predicar de acuerdo con prescripciones y en nombre de una autoridad ajena. Dirá: nuestra Iglesia enseña esto o aquello, para lo cual se sirve de determinados argumentos. En tal ocasión deducirá todo lo que es útil para su comunidad de proposiciones a las que él mismo no se sometería con plena convicción; pero se ha comprometido a exponerlas, porque no es absolutamente imposible que en ellas se oculte cierta verdad que, al menos, no es en todos los casos contraria a la religión íntima. Si no creyese esto último, no podría conservar su función sin sentir los reproches de su conciencia moral, y tendría que renunciar. Luego el uso que un predicador hace de su razón ante la comunidad es meramente privado, puesto que dicha comunidad sólo constituye una reunión familiar, por amplia que sea. Con respecto a la misma, el sacerdote no es libre, ni tampoco debe serlo, puesto que ejecuta una orden que le es extraña. Como docto, en cambio, que habla mediante escritos al público, propiamente dicho, es decir, al mundo, el sacerdote gozará, dentro del uso público de su razón, de una ilimitada libertad para servirse de la misma y, de ese modo, para hablar en nombre propio. En efecto, pretender que los tutores del pueblo (en cuestiones espirituales) sean también menores de edad, constituye un absurdo capaz de desembocar en la eternización de la insensatez.
Y respecto a la iglesia??
Para Kant, una sociedad eclesiástica tal, un sínodo semejante de la Iglesia, es decir, una classis de reverendos (como la llaman los holandeses) ¿no podría acaso comprometerse y jurar sobre algún símbolo invariable que llevaría así a una incesante y suprema tutela sobre cada uno de sus miembros y, mediante ellos, sobre el pueblo? ¿De ese modo no lograría eternizarse? Digo que es absolutamente imposible. Semejante contrato, que excluiría para siempre toda ulterior ilustración del género humano es, en sí mismo, sin más nulo e inexistente, aunque fuera confirmado por el poder supremo, el congreso y los más solemnes tratados de paz. Una época no se puede obligar ni juramentar para poner a la siguiente en la condición de que le sea imposible ampliar sus conocimientos (sobre todo los muy urgentes), purificarlos de errores y, en general, promover la ilustración. Sería un crimen contra la naturaleza humana, cuya destinación originaria consiste, justamente, en ese progresar. La posteridad está plenamente justificada para rechazar aquellos decretos, aceptados de modo incompetente y criminal. La piedra de toque de todo lo que se puede decidir como ley para un pueblo yace en esta cuestión: ¿un pueblo podría imponerse a sí mismo semejante ley? Eso podría ocurrir si por así decirlo, tuviese la esperanza de alcanzar, en corto y determinado tiempo, una ley mejor, capaz de introducir cierta ordenación. Pero, al mismo tiempo, cada ciudadano, principalmente los sacerdotes, en calidad de doctos, debieran tener libertad de llevar sus observaciones públicamente, es decir, por escrito, acerca de los defectos de la actual institución. Mientras tanto hasta que la intelección de la cualidad de estos asuntos se hubiese extendido lo suficiente y estuviese confirmada, de tal modo que el acuerdo de su voces (aunque no la de todos) pudiera elevar ante el trono una propuesta para proteger las comunidades que se habían unido en una dirección modificada de la religión, según los conceptos propios de una comprensión más ilustrada, sin impedir que los que quieran permanecer fieles a la antigua lo hagan así mientras tanto, pues, perduraría el orden establecido. Pero constituye algo absolutamente prohibido unirse por una constitución religiosa inconmovible, que públicamente no debe ser puesta en duda por nadie, aunque más no fuese durante lo que dura la vida de un hombre, y que aniquila y torna infecundo un período del progreso de la humanidad hacia su perfeccionamiento, tornándose, incluso, nociva para la posteridad. Un hombre, con respecto a su propia persona y por cierto tiempo, puede dilatar la adquisición de una ilustración que está obligado a poseer; pero renunciar a ella, con relación a la propia persona, y con mayor razón aún con referencia a la posteridad, significa violar y pisotear los sagrados derechos de la humanidad. Pero lo que un pueblo no puede decidir por sí mismo, menos lo podrá hacer un monarca en nombre del mismo. En efecto, su autoridad legisladora se debe a que reúne en la suya la voluntad de todo el pueblo. Si el monarca se inquieta para que cualquier verdadero o presunto perfeccionamiento se concilie con el orden civil, podrá permitir que los súbditos hagan por sí mismos lo que consideran necesario para la salvación de sus almas. Se trata de algo que no le concierne; en cambio, le importará mucho evitar que unos a los otros se impidan con violencia trabajar, con toda la capacidad de que son capaces, por la determinación y fomento de dicha salvación. Inclusive se agravaría su majestad si se mezclase en estas cosas, sometiendo a inspección gubernamental los escritos con que los súbditos tratan de exponer sus pensamientos con pureza, salvo que lo hiciera convencido del propio y supremo dictamen intelectual con lo cual se prestaría al reproche Caesar non est supra grammaticos o que rebajara su poder supremo lo suficiente como para amparar dentro del Estado el despotismo clerical de algunos tiranos, ejercido sobre los restantes súbditos.
Pero entonces si vivimos en una época ilustrada??
Según él no, pero sí en una época de ilustración. Todavía falta mucho para que la totalidad de los hombres, en su actual condición, sean capaces o estén en posición de servirse bien y con seguridad del propio entendimiento, sin acudir a extraña conducción. Sin embargo, ahora tienen el campo abierto para trabajar libremente por el logro de esa meta, y los obstáculos para una ilustración general, o para la salida de una culpable minoría de edad, son cada vez menores. Ya tenemos claros indicios de ello. Desde este punto de vista, nuestro tiempo es la época de la ilustración o "el siglo de Federico".
He puesto el punto principal de la ilustración es decir, del hecho por el cual el hombre sale de una minoría de edad de la que es culpable en la cuestión religiosa, porque para las artes y las ciencias los que dominan no tienen ningún interés en representar el papel de tutores de sus súbditos. Además, la minoría de edad en cuestiones religiosas es la que ofrece mayor peligro: también es la más deshonrosa. Pero el modo de pensar de un jefe de Estado que favorece esa libertad llega todavía más lejos y comprende que, en lo referente a la legislación, no es peligroso permitir que los súbditos hagan un uso público de la propia razón y expongan públicamente al mundo los pensamientos relativos a una concepción más perfecta de esa legislación, la que puede incluir una franca crítica a la existente. También en esto damos un brillante ejemplo, pues ningún monarca se anticipó al que nosotros honramos.
Pero sólo alguien que por estar ilustrado no teme las sombras y, al mismo tiempo, dispone de un ejército numeroso y disciplinado, que les garantiza a los ciudadanos una paz interior, sólo él podrá decir algo que no es lícito en un Estado libre: ¡razonad tanto como queráis y sobre lo que queráis, pero obedeced! Se muestra aquí una extraña y no esperada marcha de las cosas humanas; pero si la contemplamos en la amplitud de su trayectoria, todo es en ella paradójico. Un mayor grado de libertad civil parecería ventajoso para la libertad del espíritu del pueblo y, sin embargo, le fija límites infranqueables. Un grado menor, en cambio, le procura espacio para la extensión de todos sus poderes. Una vez que la Naturaleza, bajo esta dura cáscara, ha desarrollado la semilla que cuida con extrema ternura, es decir, la inclinación y disposición al libre pensamiento, ese hecho repercute gradualmente sobre el modo de sentir del pueblo (con lo cual éste va siendo poco a poco más capaz de una libertad de obrar) y hasta en los principios de gobierno, que encuentra como provechoso tratar al hombre conforme a su dignidad, puesto que es algo más que una máquina.
¿Cuánto tiempo tendrá que pasar para que la humanidad cumpla con su mayoría de edad?
¿cuánto tiempo para que nuestro egoísmo y nuestra cobardía se vayan y nos permitan juntos construir de verdad una humanidad donde se pongan en práctica todos los conceptos que nos deberían permitir vivir mejor? Preguntas que ojala nuestros bisnietos conozcan.
POR RICARDO CALDERON QUINTERO
Sería bueno cuestionarnos porqué si existen cosas tan claras acerca del conocimiento y del uso de este el ser humano en su asqueroso egoísmo evade este conocimiento y sigue lanzando el mundo hacia un abismo con un fondo cabado por el mismo.
Respecto a la ilustracion y el manejo de ella Kant nos comenta que es el mismo hombre el culpable de ella. Kant piensa que la minoría de edad estriba en la incapacidad de servirse del propio entendimiento, sin la dirección de otro. Uno mismo es culpable de esta minoría de edad cuando la causa de ella no yace en un defecto del entendimiento, sino en la falta de decisión y ánimo para servirse con independencia de él, sin la conducción de otro. ¡Sapere aude! ¡Ten valor de servirte de tu propio entendimiento! He aquí la divisa de la ilustración.
La mayoría de los hombres, a pesar de que la naturaleza los ha librado desde tiempo atrás de conducción ajena (naturaliter maiorennes), permanecen con gusto bajo ella a lo largo de la vida, debido a la pereza y la cobardía. Por eso les es muy fácil a los otros erigirse en tutores. ¡Es tan cómodo ser menor de edad! Si tengo un libro que piensa por mí, un pastor que reemplaza mi conciencia moral, un médico que juzga acerca de mi dieta, y así sucesivamente, no necesitaré del propio esfuerzo. Tal y como sucede en Colombia cuando nos hacemos los de la vista gorda frente a muchas situaciones que sabemos estan mal pero que no actuamos ni como profesionales ni como personas. Con sólo poder pagar, no tengo necesidad de pensar: otro tomará mi puesto en tan fastidiosa tarea. Como la mayoría de los hombres (y entre ellos la totalidad del bello sexo) tienen por muy peligroso el paso a la mayoría de edad, fuera de ser penoso, aquellos tutores ya se han cuidado muy amablemente de tomar sobre sí semejante superintendencia. Después de haber atontado sus reses domesticadas, de modo que estas pacíficas criaturas no osan dar un solo paso fuera de las andaderas en que están metidas, les mostraron el riesgo que las amenaza si intentan marchar solas. Lo cierto es que ese riesgo no es tan grande, pues después de algunas caídas habrían aprendido a caminar; pero los ejemplos de esos accidentes por lo común producen timidez y espanto, y alejan todo ulterior intento de rehacer semejante experiencia.
Por tanto, a cada hombre individual le es difícil salir de la minoría de edad, casi convertida en naturaleza suya; inclusive, le ha cobrado afición. Por el momento es realmente incapaz de servirse del propio entendimiento, porque jamás se le deja hacer dicho ensayo. Los grillos que atan a la persistente minoría de edad están dados por reglamentos y fórmulas: instrumentos mecánicos de un uso racional, o mejor de un abuso de sus dotes naturales. Por no estar habituado a los movimientos libres, quien se desprenda de esos grillos quizá diera un inseguro salto por encima de alguna estrechísima zanja. Por eso, sólo son pocos los que, por esfuerzo del propio espíritu, logran salir de la minoría de edad y andar, sin embargo, con seguro paso.
Es admirable como Kant nos hace pensar que hay animales mas racionales que los humanos quienes en su infinita grandeza utilizan el conocimiento para su propia destrucción como lo hacemos al utilizar la cuestionada tecnología que habría que analizar si ha hecho mas daño que bien a la humanidad.
Respecto a la tambien tan cuestionada libertad , en cambio, Kant piensa que es posible que el público se ilustre a sí mismo, siempre que se le deje en libertad; incluso, casi es inevitable. En efecto, siempre se encontrarán algunos hombres que piensen por sí mismos, hasta entre los tutores instituidos por la confusa masa. Ellos, después de haber rechazado el yugo de la minoría de edad, ensancharán el espíritu de una estimación racional del propio valor y de la vocación que todo hombre tiene: la de pensar por sí mismo. Notemos en particular que con anterioridad los tutores habían puesto al público bajo ese yugo, estando después obligados a someterse al mismo. Tal cosa ocurre cuando algunos, por sí mismos incapaces de toda ilustración, los incitan a la sublevación: tan dañoso es inculcar prejuicios, ya que ellos terminan por vengarse de los que han sido sus autores o propagadores. Luego, el público puede alcanzar ilustración sólo lentamente. Quizá por una revolución sea posible producir la caída del despotismo personal o de alguna opresión interesada y ambiciosa; pero jamás se logrará por este camino la verdadera reforma del modo de pensar, sino que surgirán nuevos prejuicios que, como los antiguos, servirán de andaderas para la mayor parte de la masa, privada de pensamiento.
Sin embargo, para esa ilustración sólo se exige libertad y, por cierto, la más inofensiva de todas las que llevan tal nombre, a saber, la libertad de hacer un uso público de la propia razón, en cualquier dominio. Pero oigo exclamar por doquier: ¡no razones! El oficial dice: ¡no razones, adiéstrate! El financista: ¡no razones y paga! El pastor: ¡no razones, ten fe! (Un único señor dice en el mundo: ¡razonad todo lo que queráis y sobre lo que queráis, pero obedeced!) Por todos lados, pues, encontramos limitaciones de la libertad. Pero ¿cuál de ellas impide la ilustración y cuáles, por el contrario, la fomentan? He aquí mi respuesta: el uso público de la razón siempre debe ser libre, y es el único que puede producir la ilustración de los hombres. El uso privado, en cambio, ha de ser con frecuencia severamente limitado, sin que se obstaculice de un modo particular el progreso de la ilustración. Entiendo por uso público de la propia razón el que alguien hace de ella, en cuanto docto, y ante la totalidad del público del mundo de lectores. Llamo uso privado al empleo de la razón que se le permite al hombre dentro de un puesto civil o de una función que se le confía. Ahora bien, en muchas ocupaciones concernientes al interés de la comunidad son necesarios ciertos mecanismos, por medio de los cuales algunos de sus miembros se tienen que comportar de modo meramente pasivo, para que, mediante cierta unanimidad artificial, el gobierno los dirija hacia fines públicos, o al menos, para que se limite la destrucción de los mismos. Como es natural, en este caso no es permitido razonar, sino que se necesita obedecer. Pero en cuanto a esta parte de la máquina, se la considera miembro de una comunidad íntegra o, incluso, de la sociedad cosmopolita; en cuanto se la estima en su calidad de docto que, mediante escritos, se dirige a un público en sentido propio, puede razonar sobre todo, sin que por ello padezcan las ocupaciones que en parte le son asignadas en cuanto miembro pasivo. Así, por ejemplo, sería muy peligroso si un oficial, que debe obedecer al superior, se pusiera a argumentar en voz alta, estando de servicio, acerca de la conveniencia o inutilidad de la orden recibida. Tiene que obedecer. Pero no se le puede prohibir con justicia hacer observaciones, en cuanto docto, acerca de los defectos del servicio militar y presentarlas ante el juicio del público. El ciudadano no se puede negar a pagar los impuestos que le son asignados, tanto que una censura impertinente a esa carga, en el momento que deba pagarla, puede ser castigada por escandalosa (pues podría ocasionar resistencias generales). Pero, sin embargo, no actuará en contra del deber de un ciudadano si, como docto, manifiesta públicamente sus ideas acerca de la inconveniencia o injusticia de tales impuestos. De la misma manera, un sacerdote está obligado a enseñar a sus catecúmenos y a su comunidad según el símbolo de la Iglesia a que sirve, puesto que ha sido admitido en ella con esa condición. Pero, como docto, tiene plena libertad, y hasta la misión, de comunicar al público sus ideas cuidadosamente examinadas y bien intencionadas acerca de los defectos de ese símbolo; es decir, debe exponer al público las proposiciones relativas a un mejoramiento de las instituciones, referidas a la religión y a la Iglesia. En esto no hay nada que pueda provocar en él escrúpulos de conciencia. Presentará lo que enseña en virtud de su función en tanto conductor de la Iglesia como algo que no ha de enseñar con arbitraria libertad, y según sus propias opiniones, porque se ha comprometido a predicar de acuerdo con prescripciones y en nombre de una autoridad ajena. Dirá: nuestra Iglesia enseña esto o aquello, para lo cual se sirve de determinados argumentos. En tal ocasión deducirá todo lo que es útil para su comunidad de proposiciones a las que él mismo no se sometería con plena convicción; pero se ha comprometido a exponerlas, porque no es absolutamente imposible que en ellas se oculte cierta verdad que, al menos, no es en todos los casos contraria a la religión íntima. Si no creyese esto último, no podría conservar su función sin sentir los reproches de su conciencia moral, y tendría que renunciar. Luego el uso que un predicador hace de su razón ante la comunidad es meramente privado, puesto que dicha comunidad sólo constituye una reunión familiar, por amplia que sea. Con respecto a la misma, el sacerdote no es libre, ni tampoco debe serlo, puesto que ejecuta una orden que le es extraña. Como docto, en cambio, que habla mediante escritos al público, propiamente dicho, es decir, al mundo, el sacerdote gozará, dentro del uso público de su razón, de una ilimitada libertad para servirse de la misma y, de ese modo, para hablar en nombre propio. En efecto, pretender que los tutores del pueblo (en cuestiones espirituales) sean también menores de edad, constituye un absurdo capaz de desembocar en la eternización de la insensatez.
Y respecto a la iglesia??
Para Kant, una sociedad eclesiástica tal, un sínodo semejante de la Iglesia, es decir, una classis de reverendos (como la llaman los holandeses) ¿no podría acaso comprometerse y jurar sobre algún símbolo invariable que llevaría así a una incesante y suprema tutela sobre cada uno de sus miembros y, mediante ellos, sobre el pueblo? ¿De ese modo no lograría eternizarse? Digo que es absolutamente imposible. Semejante contrato, que excluiría para siempre toda ulterior ilustración del género humano es, en sí mismo, sin más nulo e inexistente, aunque fuera confirmado por el poder supremo, el congreso y los más solemnes tratados de paz. Una época no se puede obligar ni juramentar para poner a la siguiente en la condición de que le sea imposible ampliar sus conocimientos (sobre todo los muy urgentes), purificarlos de errores y, en general, promover la ilustración. Sería un crimen contra la naturaleza humana, cuya destinación originaria consiste, justamente, en ese progresar. La posteridad está plenamente justificada para rechazar aquellos decretos, aceptados de modo incompetente y criminal. La piedra de toque de todo lo que se puede decidir como ley para un pueblo yace en esta cuestión: ¿un pueblo podría imponerse a sí mismo semejante ley? Eso podría ocurrir si por así decirlo, tuviese la esperanza de alcanzar, en corto y determinado tiempo, una ley mejor, capaz de introducir cierta ordenación. Pero, al mismo tiempo, cada ciudadano, principalmente los sacerdotes, en calidad de doctos, debieran tener libertad de llevar sus observaciones públicamente, es decir, por escrito, acerca de los defectos de la actual institución. Mientras tanto hasta que la intelección de la cualidad de estos asuntos se hubiese extendido lo suficiente y estuviese confirmada, de tal modo que el acuerdo de su voces (aunque no la de todos) pudiera elevar ante el trono una propuesta para proteger las comunidades que se habían unido en una dirección modificada de la religión, según los conceptos propios de una comprensión más ilustrada, sin impedir que los que quieran permanecer fieles a la antigua lo hagan así mientras tanto, pues, perduraría el orden establecido. Pero constituye algo absolutamente prohibido unirse por una constitución religiosa inconmovible, que públicamente no debe ser puesta en duda por nadie, aunque más no fuese durante lo que dura la vida de un hombre, y que aniquila y torna infecundo un período del progreso de la humanidad hacia su perfeccionamiento, tornándose, incluso, nociva para la posteridad. Un hombre, con respecto a su propia persona y por cierto tiempo, puede dilatar la adquisición de una ilustración que está obligado a poseer; pero renunciar a ella, con relación a la propia persona, y con mayor razón aún con referencia a la posteridad, significa violar y pisotear los sagrados derechos de la humanidad. Pero lo que un pueblo no puede decidir por sí mismo, menos lo podrá hacer un monarca en nombre del mismo. En efecto, su autoridad legisladora se debe a que reúne en la suya la voluntad de todo el pueblo. Si el monarca se inquieta para que cualquier verdadero o presunto perfeccionamiento se concilie con el orden civil, podrá permitir que los súbditos hagan por sí mismos lo que consideran necesario para la salvación de sus almas. Se trata de algo que no le concierne; en cambio, le importará mucho evitar que unos a los otros se impidan con violencia trabajar, con toda la capacidad de que son capaces, por la determinación y fomento de dicha salvación. Inclusive se agravaría su majestad si se mezclase en estas cosas, sometiendo a inspección gubernamental los escritos con que los súbditos tratan de exponer sus pensamientos con pureza, salvo que lo hiciera convencido del propio y supremo dictamen intelectual con lo cual se prestaría al reproche Caesar non est supra grammaticos o que rebajara su poder supremo lo suficiente como para amparar dentro del Estado el despotismo clerical de algunos tiranos, ejercido sobre los restantes súbditos.
Pero entonces si vivimos en una época ilustrada??
Según él no, pero sí en una época de ilustración. Todavía falta mucho para que la totalidad de los hombres, en su actual condición, sean capaces o estén en posición de servirse bien y con seguridad del propio entendimiento, sin acudir a extraña conducción. Sin embargo, ahora tienen el campo abierto para trabajar libremente por el logro de esa meta, y los obstáculos para una ilustración general, o para la salida de una culpable minoría de edad, son cada vez menores. Ya tenemos claros indicios de ello. Desde este punto de vista, nuestro tiempo es la época de la ilustración o "el siglo de Federico".
He puesto el punto principal de la ilustración es decir, del hecho por el cual el hombre sale de una minoría de edad de la que es culpable en la cuestión religiosa, porque para las artes y las ciencias los que dominan no tienen ningún interés en representar el papel de tutores de sus súbditos. Además, la minoría de edad en cuestiones religiosas es la que ofrece mayor peligro: también es la más deshonrosa. Pero el modo de pensar de un jefe de Estado que favorece esa libertad llega todavía más lejos y comprende que, en lo referente a la legislación, no es peligroso permitir que los súbditos hagan un uso público de la propia razón y expongan públicamente al mundo los pensamientos relativos a una concepción más perfecta de esa legislación, la que puede incluir una franca crítica a la existente. También en esto damos un brillante ejemplo, pues ningún monarca se anticipó al que nosotros honramos.
Pero sólo alguien que por estar ilustrado no teme las sombras y, al mismo tiempo, dispone de un ejército numeroso y disciplinado, que les garantiza a los ciudadanos una paz interior, sólo él podrá decir algo que no es lícito en un Estado libre: ¡razonad tanto como queráis y sobre lo que queráis, pero obedeced! Se muestra aquí una extraña y no esperada marcha de las cosas humanas; pero si la contemplamos en la amplitud de su trayectoria, todo es en ella paradójico. Un mayor grado de libertad civil parecería ventajoso para la libertad del espíritu del pueblo y, sin embargo, le fija límites infranqueables. Un grado menor, en cambio, le procura espacio para la extensión de todos sus poderes. Una vez que la Naturaleza, bajo esta dura cáscara, ha desarrollado la semilla que cuida con extrema ternura, es decir, la inclinación y disposición al libre pensamiento, ese hecho repercute gradualmente sobre el modo de sentir del pueblo (con lo cual éste va siendo poco a poco más capaz de una libertad de obrar) y hasta en los principios de gobierno, que encuentra como provechoso tratar al hombre conforme a su dignidad, puesto que es algo más que una máquina.
¿Cuánto tiempo tendrá que pasar para que la humanidad cumpla con su mayoría de edad?
¿cuánto tiempo para que nuestro egoísmo y nuestra cobardía se vayan y nos permitan juntos construir de verdad una humanidad donde se pongan en práctica todos los conceptos que nos deberían permitir vivir mejor? Preguntas que ojala nuestros bisnietos conozcan.
RESUMEN TEMÁTICO RESPUESTA A LA PREGUNTA: ¿QUÉ ES LA ILUSTRACIÓN? INMANUEL KANT.
Según Inmanuel Kant “La ilustración es salida del hombre de su condición de menor de edad de la cual él mismo es culpable” entendido como el ser humano que no usa la razón y debe dejarse llevar por el entendimiento de otras personas. La pereza y la cobardía son las principales causas de esa minoría de edad, ya que muchas personas (gobernantes) piensan y deciden por nosotros, tanto en la forma de elección, como en el manejo del presupuesto nacional donde solo nos limitamos acatar, y lo que es peor aún sin siquiera hacer la más mínima oposición. Tan solo un pequeño grupo de personas logra salir de esa “minoría de edad” donde piensan, razonan y logran llegar a esa “ilustración”, al mismo tiempo preocupándose por ellos solos desgraciadamente y dejando a ese grupo sumido en la más triste realidad, sin posibilidad de transformación alguna.
Una de las características principales de esa ilustración es la libertad donde el individuo puede hacer público sus modos de pensar y actuar, pero desgraciadamente hoy en nuestra sociedad es prohibido pensar y dar a conocer sus opiniones, e inconformidades, porque está organizada para que el individuo acate las normas sin protestar, de respetar esa condición el individuo podría llegar a posicionarse en cargos públicos, es decir la sociedad se estructuró para obedecer y no para razonar, de hacerlo según Kant estaría actuando en contra del deber ciudadano.
Uno de los derechos básicos de la humanidad es precisamente llegar a esa etapa de la ilustración donde el individuo se prepare y se concientice y llegue a decidir y ser miembro activo de una sociedad que le aporte a la misma para un futuro mejor. Esa libertad del individuo debe llevarlo al cuestionamiento de esos obstáculos que le impone el gobierno con leyes, normas e impuestos, que muchas veces son injustos para el pueblo.
GERMAN ALBERTO ARENAS FONSECA.
C.C. 79.290.657 BOGOTA
martes, 17 de agosto de 2010
PROYECTO:
“DERECHOS HUMANOS UN COMPROMISO DE TODOS”
INSTITUCION EDUCATIVA REPUBLICA DE BOLIVIA
POR:
CASTILLO LUCY STELLA
JAIME EDUARDO CISNEROS
FORMULACIÓN DEL PROBLEMA
La violencia intraescolar afecta el rendimiento académico y la estabilidad emocional en los estudiantes del colegio República de Bolivia
JUSTIFICACION
En determinados sectores de la comunidad estudiantil, de la Institución Educativa Distrital República de Bolivia cuya población es de 457 estudiantes con discapacidad cognitiva, se ha vuelto muy notoria la violación de los Derechos Humanos en general. No obstante, estos actos no son reconocidos como una violación; en virtud a que estos hechos se han convertido en algo rutinarios y paulatinamente han ido generando indiferencia, hoy por hoy las agresiones verbales y físicas de los estudiantes se ven normales, y de alguna manera han contribuido a generar una inestabilidad emocional y por ende un bajo rendimiento académico. Por todo esto, nos hemos visto en la necesidad de plantear con urgencia una propuesta dinámica y participativa que le permita a la comunidad reconocer y ejercer sus derechos, libertades y deberes mientras gozan de adecuadas condiciones de bienestar y tranquilidad, sin sentirse víctimas de amenazas.
En este orden de ideas, con el proyecto se busca alcanzar una educación basada en el afecto y la sana convivencia en donde se reconozca las debilidades y fortalezas en cada uno de los estudiantes, en donde se pueda expresar, abrazar y mimar sin temor en procura a que esto sea mirado no como un signo de debilidad sino como una solución a esta problemática. El conflicto existe, está ahí inmerso en la cotidianidad de la institución; por ello debe ser abordado desde el ámbito del aula, en la que se restablezca las relaciones humanas armónicas. Se debe tomar como directriz el hecho de que la violencia no es instintiva sino que se aprende. Ello permite pensar en la educación en afecto como elemento compensador y un instrumento indispensable para erradicar las relaciones violentas. Es urgente reconstruir una escuela con una perspectiva más humana en la que se asigne valor al afecto, a la amistad, a la risa, a la historia personal y las relaciones con los demás.
OBJETIVO GENERAL
Sensibilizar y motivar a los miembros de la comunidad educativa de la institución Educativa República de Bolivia (educación especial) a través de la participación en los módulos de afecto y la convivencia, que genere un compromiso para erradicar todo tipo de situaciones y formas de violencia.
OBJETIVOS ESPECIFICOS
*Desarrollar capacidades que permitan a los estudiantes poseer actitudes y aptitudes para la construcción de una cultura de paz y confianza en sí mismos.
*Contribuir a la promoción de la convivencia pacífica, fomentando en los estudiantes habilidades y estilos de vida saludables, que promocionen formas de convivencia armónica, manejo de emociones, tensiones y estrés.
I. MARCO TEORICO
1. DERECHOS HUMANOS
1.1 Una definición de los derechos humanos. “Los derechos humanos son demandas de libertades, facultades o prestaciones, directamente vinculadas con la dignidad o valor intrínseco de todo ser humano, reconocidas como legítimas por la comunidad internacional - por ser congruentes con principios ético-jurídicos ampliamente compartidos – y por esto mismo consideradas merecedoras de protección jurídica en la esfera interna y en el plano internacional. Entendidos de esa manera, los derechos humanos implican límites y exigencias al poder estatal, cuya legitimidad resulta condicionada por la capacidad de respetar los límites y satisfacer las exigencias impuestas.
1.2. ¿Cuáles son los derechos humanos pertinentes a la propuesta?
1.1.2 Derechos de libertad negativa.
Esta clase de derechos abarca las libertades de las que el hombre de Occidente se siente más orgulloso:
• la libertad de conciencia en materia religiosa,
• la libertad de pensamiento y expresión,
• el derecho de la persona a organizar de manera autónoma su propia vida y
• a buscar la felicidad a su manera.
1.1.3 Derechos de participación política. Se inspiran en una demanda distinta de libertad, que no se conforma con neutralizar el poder, y por el contrario aspira a ser parte activa del mismo. Se trata de la libertad de participación política, que el individuo reclama en su calidad de ciudadano: él quiere ser autónomo en sus opciones privadas, pero no permanece insensible
frente al destino de la ciudad y del Estado, por lo que reclama una participación en el espacio público. La libertad queda así vinculada al ejercicio de la autonomía política, es decir a la participación activa en la actividad legislativa y en las decisiones que definen el rumbo y los objetivos prioritarios de la acción del Estado.
En esta categoría quedan incluidos:
• los derechos de carácter democrático, que le aseguran al ciudadano el derecho de elegir y ser elegido,
• el libre acceso a los cargos públicos y
• el derecho de libre asociación política y sindical.
Estos derechos consagran el ejercicio pleno de la ciudadanía para todos los ciudadanos, y de manera más específica el derecho a participar en la dirección de los asuntos públicos - de manera directa o por medio de representantes -, el derecho a votar y ser elegido en elecciones periódicas, realizadas por sufragio universal e igual y por voto secreto, y el derecho de acceder en condiciones de igualdad a las funciones públicas del Estado. La consagración de estos derechos supone que nadie está autorizado a reivindicar para sí, de manera arbitraria, el privilegio de establecer el bien común o el interés general, y supone por igual la convicción de que la ampliación de la participación democrática constituye la mejor garantía para las libertades de la tradición liberal.
1.1.4. Derechos económicos y sociales. Se articulan alrededor de un concepto de libertad que toma como punto de referencia al hombre como sujeto de necesidades materiales y espirituales – más que como individuo abstracto o como ciudadano –, y que, por consiguiente, relaciona de manera estrecha la libertad con la posibilidad real de desarrollo humano integral. De acuerdo con esta perspectiva, las graves carencias en cuanto a la satisfacción de necesidades básicas son percibidas como un serio obstáculo para la libertad concreta o material. La posibilidad para el individuo de vivir su vida sin interferencias externas, o de participar periódicamente en procesos electorales, se reduce a bien poca cosa si carece de la posibilidad real de acceder a los medios indispensables para la satisfacción de sus necesidades vitales de alimentación, vivienda o educación.
2. EL COLEGIO Y LOS DERECHOS HUMANOS
2.1. Funciones del colegio en la Promoción, Protección y Garantía de los Derechos Humanos
Las competencias del colegio en materia de Derechos Humanos están relacionadas con la promoción y la práctica de los Derechos Fundamentales y los Derechos Económicos, Sociales y Culturales. La inclusión y el reconocimiento de los derechos de las poblaciones tradicionalmente discriminadas es un principio que se concreta en la planeación, la distribución presupuestal, la ejecución de los planes, programas y proyectos y en la superación progresiva de la marginalidad.
2.1.1 Frente al derecho a la vida
El colegio debe Prevenir y fomentar modos de vida saludables, generar confianza, seguridad y tranquilidad para que la comunidad educativa en pleno ejerzan sus derechos y libertades, disfruten su territorio, cumplan sus deberes y confíen en la justicia y en el buen uso de ella y ante todo, se pueden adelantar acciones de tipo preventivo que actúen sobre las causas que llevan a las agresiones contra la vida.
Observatorio de violencia: con el apoyo de instituciones educativas pueden crear sistemas de recolección, tratamiento y análisis de la información sobre actividades violentas y delitos que se cometan para determinar acciones a seguir en coordinación con las políticas naciones y distritales de Derechos Humanos
2.1.2 Frente al derecho a la integridad
Protección integral de los defensores de Derechos Humanos. El colegio debe establecer mecanismos de coordinación institucional para tramitar solicitudes de protección de los miembros de sus comunidades, adoptando oportunamente medidas preventivas y de seguridad, que preserven la vida, integridad y libertad de las personas amenazadas y la aplicación oportuna y eficiente de mecanismos de prevención y de medidas de protección para la población objeto del amenazas.
Diseñar una estrategia de control y evaluación que permita el seguimiento permanente a la problemática de seguridad de la población amenazada, al proceso de atención de solicitudes de protección, a la implementación y uso de medidas.
Articularse a las redes distritales de enlace entre instituciones y organizaciones sociales para agilizar la comunicación con los comités operativos distritales.
2.1.3 En Educación
Se deben diseñar y ejecutar planes de educación que respondan al contenido esencial del derecho a la educación de acuerdo con los estándares internacionales:
Garantizar la disponibilidad. Facilitar el acceso al sistema educativo con base en criterios de selección que correspondan al mérito personal académico y no a aspectos externos que promuevan la discriminación.
Asegurar la permanencia de los niños en la escuela al menos en el ciclo de educación básica.
Garantizar la calidad de la educación que se imparte en el colegio sin discriminación por razones de género, raza, clase o credo. E incluir de manera prioritaria a las poblaciones vulnerables y a los grupos históricamente discriminados (pueblos indígenas, comunidades afrocolombianas, personas con discapacidad, jóvenes, niños).
3. DISCAPACIDAD COGNITIVA (RETARDO MENTAL)
Funcionamiento intelectual general significativamente por debajo del promedio. Existe concurrentemente al mismo tiempo con déficit en la conducta adaptativa y se manifiesta durante el desarrollo. Afecta de manera adversa el rendimiento o desempeño académico del alumno.
“Un funcionamiento intelectual general significativamente por debajo del promedio” se refiere, a un coeficiente intelectual de 70 o menos, determinado a través de una medida de funcionamiento cognoscitivo administrado por un psicólogo educativo o por un psicólogo
calificado para la administración de test de aplicación individual. Con base en el error de
medida estándar y el juicio clínico, se puede determinar que un niño tiene un funcionamiento intelectual general significativamente por debajo del promedio con un coeficiente intelectual que no exceda los 75.
“Una deficiencia en el comportamiento adaptativo” significa, deficiencia en dos o más áreas de habilidades, por ejemplo; área de autoayuda, atención o ajuste al cambio, entre otras, que ocurren en el contexto del ambiente del alumno y que son típicas de los pares cronológicos del niño.
Síndrome de Down: condición producida por una alteración genética que ocurre en el momento de la concepción y produce un conjunto de características físicas, bioquímicas y estructurales que se manifiestan en el desarrollo de la persona. Los niños con Síndrome de Down tienen un potencial intelectual limitado.
II. MARCO METODOLOGICO
La siguiente propuesta, busca fomentar entre los grupos corresponsables el análisis, la formación y la capacitación en Derechos Humanos y convivencia ciudadana, desde una perspectiva del afecto que pretenda llevar a la comunidad educativa del colegio República de Bolivia a abordar las problemáticas al interior.
La metodología a utilizar es activa y participativa, teniendo en cuenta las directrices emanadas por el Ministerio de Educación Nacional y de acuerdo con las necesidades y expectativas del grupo y de la institución.
El seminario taller se desarrollará a través de actividades y técnicas que permitan lograr un ambiente de confianza, empatía e integración que propicie la reflexión, el análisis y la sana discusión.
Momentos del taller :
Introducción, Dinámica, Desarrollo del tema, Reflexión, Conclusión y Evaluación.
Técnicas a utilizar:
Sociodrama, Videos, Audios, Conversatorios, trabajo de pares, exposiciones, Modelados, Creaciones individuales y grupales, guías de trabajo, músico- terapia, reflexiones.
Duración de taller: dos horas aproximadamente.
En fechas estipuladas por las partes
III. TALLERES A DESARROLLAR
PROCESO UD DE MEDIDA DESCRIPCION
Presentación del proyecto Institución Personero y consejo directivo
Vinculación al proyecto docentes Institución
Taller • Dx. INSTITUCIONAL
• Identidad Talleres Nivel preescolar • ¿Quién soy ?
• ¿Cómo me veo?
• ¿Cómo me ven los demás?
• ¿Cómo Soy realmente?
• Mi cuerpo sano
• Mis emociones
• Mi familia y Yo
• Pertenezco a un grupo
• Mi colegio
Talleres grado primero • ¿Cómo soy?
• ¿De dónde vengo?
• Mi familia y yo
• Mis opiniones
• ¿Cómo me relaciono?
• ¿Cómo me respeto?
• Mi salón
• ¿Qué me interesa?
• Tolerancia Talleres grado segundo • Tú y yo
• ¿Cómo soy?
• La amistad
• Mi escuela
• ¿Cómo me cuido?
• Mis sentimientos
• Cómo me manifiesto
• Mi familia y yo
• Reciprocidad Talleres
Grado tercero • ¿Quiénes somos?
• ¿Cómo somos?
• ¿Cómo nos relacionamos?
• Compartimos
• La solidaridad
• Dar y recibir
• Comunicación
• Figuras de autoridad
• Vida Talleres grado cuarto • Yo como parte del mundo
• Mi relación con los demás
• Ciencia y salud
• El afecto
• Crecimiento y desarrollo
• Que es el Amor
• Sentimientos y emociones
• Técnicas de relación interpersonal
• Ternura Talleres grado quinto • Relaciones de pares
• La imagen
• Pregúntale a ...
• Expresión de sentimientos
• Desarrollo biológico
• Higiene intima
• Preadolescencia
• Cambios físicos y de comportamiento
DiÁlogo Talleres grado sexto • ¿Con quién debo hablar?
• Comunicación
• Manifestaciones de afecto
• Cambios fisiológicos
• Familia y comunicación
• Manejo de sentimientos
• Consecuencia de mis actos
• Significado del sentido del noviazgo
• Cambio Talleres grado séptimo • Viva el cambio
• Mis amigos
• Soy responsable de mis actos
• Cuidado con ....
• La sociedad y yo
• ¿Cómo me siento?
• Técnicas para mejorar las relaciones interpersonales
• Imagen y familia
• Amor – sexo Talleres
Grado octavo • Importancia de pertenecer
• El amor
• El sexo
• Me valoro
• Métodos de planificación
• ETS
• Sida
• Comunicación familiar e imagen
• Responsabilidad Talleres
Grado noveno • Toma de decisiones
• La libertad
• La vida sexual
• La familia
• La responsabilidad
• Ser madre/ padre
• El amor
• Asertividad•
• Conciencia crÍtica Talleres grado décimo • Como me veo en....
• Mis sueños
• Mis relaciones
• Mi futuro
• Sexualidad sana
• Desviaciones sexuales
• Comunicación
• Abuso sexual
• Creatividad Talleres grado once • Asumo mi vida
• Manifestación del amor
• Toma de decisiones
• Cómo llegaré?
• Qué haría si a mi me pasara.......
• Los rompimientos
• Asertividad
• Mi futuro
• Educación Docente Talleres para docentes
• P E I y la educación para el afecto
• Comunicación
• Sensibilización
• Ética, afecto y convivencia
Educación a padres Talleres Quién soy yo
• Comunicación
• Soy modelo de
• Mi relación de pareja
• Mi relación familiar
• Sexo y religión
• Mito y tabú
• Cómo debo hablarle a mi hijo
• Los interrogantes de mi hijo
• Mi familia y la sexualidad.
• La escuela y la educación sexual
• Los peligros que nos rondan
• El embarazo de mi hija
• Enfermedades de transmisión sexual
• Desviaciones sexuales
• Comunicación familiar
IV. RESULTADOS ESPERADOS
• Al concluir la capacitación esperamos haber logrado sensibilizar a la comunidad educativa de los beneficios de la educación en el afecto, los cuales van directamente relacionados con el desarrollo integral del estudiante, quien cada vez esté más cerca de un ser Humano renovado, autónomo, capaz de decidir responsablemente y de compartir en la interrelación con los demás sentimientos de afecto, respeto y amor, únicos valores que hacen posible concebir una sociedad donde la tolerancia, la ternura y la libertad no sean un ideal sino una realidad.
• Una comunidad educativa abierta al cambio, con una muy clara conceptualización e información científica, necesaria y adecuada para el desarrollo de una personalidad sana que los lleve a la adecuada expresión de sentimientos acorde con las edades e intereses de los individuos.
• Una comunicación efectiva tanto en la escuela como en las familias, con mayor amor, comprensión y respeto. Donde los padres y maestros sean modelos de aprendizaje, socialización y convivencia.
• Crear factores protectores para prevenir el maltrato, el abuso sexual y el embarazo infantil, ETS, entre otros.
DIFUSION Y UTILIZACION DE RESULTADOS
• Información a la comunidad educativa y vinculación al PEI.
• Plegables educativos. Y/o periódico institucional.
• Fichas evaluativas de los talleres.
V. ANEXOS
1. EJERCICIO DE REFLEXIÓN INDIVIDUAL
2. Elabore un listado de problemas relacionados con Derechos Humanos en el Colegio
3. Seleccione los 2 problemas más importantes
4. Explique por qué son problemas de Derechos Humanos
5. Señale por qué son los más importantes
6. Ahora, recuerde si esos dos problemas fueron parte de la discusión ¿Qué pasó finalmente?
2. EJERCICIO DE REFLEXION GRUPAL
Se conforman grupos de tres/cuatro personas para hacer el ejercicio.
Cada grupo realiza un breve diagnóstico sobre el estado de satisfacción / realización del derecho a la educación en un su colegio, tomando en cuenta los siguientes elementos:
Situación de la población
Deserción escolar
Calidad de la educación
a. Cuáles orientaciones generales le daría al rector(a) con el fin de incorporar los temas anteriores como ejes desde una perspectiva de Derechos Humanos?
b. Qué mecanismos de monitoreo y seguimiento propondrían para verificar el cumplimiento de las políticas por derechos incluidas en el plan de desarrollo?
VI. BIBLIOGRAFIA
• NIKKEN, Pedro. El concepto de derechos Humanos, Ed. Planeta. Barcelona 1999.
• PAPACCHINI, Angelo, Los derechos humanos, un desafío a la violencia, Bogotá, Altamir, 1997.
• [en línea] http://es.wikipedia.org/wiki/Derechos_Humanos
¿QUÉ ES LA ILUSTRACIÓN? REALIZADO POR CAROLINA LADINO N.
¿QUÉ ES LA ILUSTRACIÓN? IMMANUEL KANT.
Realizado por: CAROLINA LADINO NUÑEZ.
La Ilustración se desarrolló a lo largo del siglo XVIII, fue llamado siglo de la Ilustración o siglo de las Luces; éste fue un movimiento filosófico, ideológico y cultural que influyó en diferentes ámbitos como el arte, la literatura, la religión, la política; ocupó a diferentes filósofos y pensadores entre ellos KANT. Este movimiento perduró un siglo y tuvo eco en diferentes campos socio - políticos y culturales.
Hoy día en pleno siglo XXI la teoría de Kant continua vigente y nos falta mucho camino por andar, para alcanzar la anhelada ILUSTRACIÓN. “La ILUSTRACIÓN es la salida del hombre de su condición de menor de edad de la cual él mismo es culpable.”
Ya nos decía Kant que las causas de la minoría de edad eran la pereza y la cobardía. “No tengo necesidad de pensar, cuando solo puedo pagar.”
Por lo tanto para alcanzar la mayoría de edad debemos tener mucho valor para arriesgarnos a pensar por nosotros mismos superando las imposiciones autoritarias de los sistemas políticos y opresivos, de las arraigadas costumbres religiosas, de la influencia que ejercen los medios masivos de comunicación, las modas superfluas y la cultura sin raíces firmes y es la hora de iniciar el ejercicio de la libertad para ser capaces de dudar de nuestras propias creencias, abrir nuestros oídos para escuchar otros puntos de vista, desarrollar la razón con criticidad y autonomía para poder tomar decisiones para el bien de todos; en nuestras manos y gracias a nuestra profesión de educadores encontramos un lienzo en blanco para pintar allí la nueva época de la ILUSTRACIÓN
Realizado por: CAROLINA LADINO NUÑEZ.
La Ilustración se desarrolló a lo largo del siglo XVIII, fue llamado siglo de la Ilustración o siglo de las Luces; éste fue un movimiento filosófico, ideológico y cultural que influyó en diferentes ámbitos como el arte, la literatura, la religión, la política; ocupó a diferentes filósofos y pensadores entre ellos KANT. Este movimiento perduró un siglo y tuvo eco en diferentes campos socio - políticos y culturales.
Hoy día en pleno siglo XXI la teoría de Kant continua vigente y nos falta mucho camino por andar, para alcanzar la anhelada ILUSTRACIÓN. “La ILUSTRACIÓN es la salida del hombre de su condición de menor de edad de la cual él mismo es culpable.”
Ya nos decía Kant que las causas de la minoría de edad eran la pereza y la cobardía. “No tengo necesidad de pensar, cuando solo puedo pagar.”
Por lo tanto para alcanzar la mayoría de edad debemos tener mucho valor para arriesgarnos a pensar por nosotros mismos superando las imposiciones autoritarias de los sistemas políticos y opresivos, de las arraigadas costumbres religiosas, de la influencia que ejercen los medios masivos de comunicación, las modas superfluas y la cultura sin raíces firmes y es la hora de iniciar el ejercicio de la libertad para ser capaces de dudar de nuestras propias creencias, abrir nuestros oídos para escuchar otros puntos de vista, desarrollar la razón con criticidad y autonomía para poder tomar decisiones para el bien de todos; en nuestras manos y gracias a nuestra profesión de educadores encontramos un lienzo en blanco para pintar allí la nueva época de la ILUSTRACIÓN
QUE ES LA ILUSTRACION (comentario texto)
Por:YOLY TERESA PRIETO RODRIGUEZ
Kant encuentra en la Ilustración no sólo un movimiento intelectual, él va más allá y asegura que el proyecto ilustrado inspirado por la razón es el momento apto y propio para que la humanidad se haga conciente, crítica y responsable de su ser, quehacer y obrar. “La ilustración es la liberación del hombre de su culpable incapacidad. ” Guiados por la razón e inspirados por el progreso, la humanidad digiere una transformación, la cual conlleva una manera diferente de no sólo concebir el mundo, sino también el mismo lugar que ocupa el hombre dentro de éste. “pocos son los que, con propio esfuerzo de su espíritu, han logrado superar su incapacidad y proseguir, (…), con paso firme.” Cuando la humanidad toma conciencia de libertad respecto a terceros y se hace autónomo de pensamiento y obrar, los hombres no sólo son guiados por la razón, sino que la razón que ha sido tomada por los hombres como una actitud de vida, permitirá la creación de un mundo que igualmente obedezca los principios dictados por la razón, y así lograr un mundo y una convivencia donde todo sea racional.
Cuando el mundo se vuelve racional la humanidad se quita la venda de los ojos y ahora se encuentra lista para tomar una actitud nueva, una actitud que le permita crear juicios sin la guía de otros, así los hombres llegan a un grado de conciencia que les da la posibilidad de elección y libertad, pero ésta libertad no implica un anarquismo, donde cada uno de los hombres puede hacer y deshacer lo que más le plazca, por el contrario, la libertad de pensamiento conlleva una actitud la cual debe hacer uso de razón ”que razonen tanto como quieran con tal que obedezcan.” La toma de conciencia por medio del uso de la razón, lleva implícito un ejercicio crítico, “una cierta manera de pensar, de decir, también de actuar, una cierta relación con lo existe, con lo que sabemos, con lo que hacemos, una relación con la sociedad, con la cultura, también una relación con los otros.” Sólo así se llegará a tener una libertad, que después de todo sería otra de las grandes consignas de la Ilustración, y más precisamente de la Revolución. Sí aceptamos la libertad de pensamiento, no podemos negar la inmensa cantidad de conocimientos, teorías, ideas y prácticas humanas que surgirían.
Cuando el siglo XVIII quiere designar esta fuerza, cuando pretende condensar su esencia en una sola palabra, apela al sustantivo razón. La razón se le convierte en un punto unitario y central, en expresiones de todo lo que anhela y por lo que se empeña, de todo lo que quiere y produce.
Lo cual nos lleva a un progreso constante y acumulativo -constante porque la curiosidad del hombre no se detiene, es decir, siempre busca ir más allá ya sea de una teoría dada o de un nuevo objeto de investigación, y acumulativo porque el hombre tiene la capacidad de recoger los conocimientos dados y complementarlos con otros nuevos.- que fue inspirado en primer momento por una actitud emancipadora, a saber, la razón, la cual nos permite hacer uso de la capacidad de mandarnos a nosotros mismos sin la ayuda, guía o mandato de otros. La razón nos permite hacernos responsables y autónomos, pero como nada en la vida y mucho menos en el ámbito académico se da sin un ejercicio, sin un cultivo, tampoco la razón por sí sola nos da la libertad y autonomía, por el contrario, se necesita un compromiso de atreverse a pensar “Aude sapere, >”
Únicamente cuando el hombre se comprometa a hacer uso de la razón, y aplique una actitud crítica “La crítica es, ciertamente, el análisis de los límites y la reflexión sobre ellos.” Y los someta a juicio previo, entonces, la humanidad será capaz de salir del atraso intelectual que ella misma se impuso. “la pereza y cobardía son causa de que (…) los hombres continúen a gusto en un estado de pupilo.” Una actitud crítica requiere un esfuerzo de juicio personal, es decir, es poner en la balanza la opinión o información que se me está imponiendo de una manera directa o indirectamente por alguien externo a mí, para después tomar partido en la problemática haciendo uso de la razón. Es justo en dicho momento cuando surge la actitud crítica la cual nos permitirá salir del dogma “es, pues, el procedimiento dogmático de la razón pura sin una previa critica de su propio poder.”
La razón es lo que diferencia al hombre de las demás especies “¿Animal? (…) que sobresale por su perfectibilidad, por la superioridad de una razón que es la única capaz de combinar sus ideas mediante el lenguaje y, así, de inventar.” Así que no hacer uso de ella es una ofensa a la libertad, es no atreverse a ver más allá de lo que otros han dicho que es. La razón y su uso exigen una actitud de compromiso que empieza en el seno personal, pasa al ámbito de la vida cotidiana y culmina con la comunidad y su progreso. Éste compromiso que requiere y exige el uso de la razón es un ejercicio que no se detiene en el terreno de lo subjetivo, que no se queda en el círculo de unos cuantos pensadores, el ejercicio de la razón exige un compromiso universal y constante, la humanidad no es éste o aquél pensador o teoría, la humanidad somos todos. Que las grandes ideas o teorías surgen de sólo algunas mentes, no nos debe limitar a no hacer uso de la razón y el ejercicio que ella exige.
Tenemos tanta confianza en la razón que no sólo es una actitud y ejercicio práctico en la vida, sin importar sí se es un académico o un obrero, eso no importa, la razón y su uso, uno y universal, esto conlleva a fundar toda creación humana en la siempre universal razón. Anhelamos, creemos y perseguimos un mundo donde la razón nos conduzca a un estado de bienestar –que otra cosa podemos esperar de ella que nos ha dado tanto.- Fundamentamos nuestras sociedades, ciencias y convivencias en ella, puede ser que éste apego a la razón finalmente nos conduzca a un mundo racional y progresista.
Kant encuentra en la Ilustración no sólo un movimiento intelectual, él va más allá y asegura que el proyecto ilustrado inspirado por la razón es el momento apto y propio para que la humanidad se haga conciente, crítica y responsable de su ser, quehacer y obrar. “La ilustración es la liberación del hombre de su culpable incapacidad. ” Guiados por la razón e inspirados por el progreso, la humanidad digiere una transformación, la cual conlleva una manera diferente de no sólo concebir el mundo, sino también el mismo lugar que ocupa el hombre dentro de éste. “pocos son los que, con propio esfuerzo de su espíritu, han logrado superar su incapacidad y proseguir, (…), con paso firme.” Cuando la humanidad toma conciencia de libertad respecto a terceros y se hace autónomo de pensamiento y obrar, los hombres no sólo son guiados por la razón, sino que la razón que ha sido tomada por los hombres como una actitud de vida, permitirá la creación de un mundo que igualmente obedezca los principios dictados por la razón, y así lograr un mundo y una convivencia donde todo sea racional.
Cuando el mundo se vuelve racional la humanidad se quita la venda de los ojos y ahora se encuentra lista para tomar una actitud nueva, una actitud que le permita crear juicios sin la guía de otros, así los hombres llegan a un grado de conciencia que les da la posibilidad de elección y libertad, pero ésta libertad no implica un anarquismo, donde cada uno de los hombres puede hacer y deshacer lo que más le plazca, por el contrario, la libertad de pensamiento conlleva una actitud la cual debe hacer uso de razón ”que razonen tanto como quieran con tal que obedezcan.” La toma de conciencia por medio del uso de la razón, lleva implícito un ejercicio crítico, “una cierta manera de pensar, de decir, también de actuar, una cierta relación con lo existe, con lo que sabemos, con lo que hacemos, una relación con la sociedad, con la cultura, también una relación con los otros.” Sólo así se llegará a tener una libertad, que después de todo sería otra de las grandes consignas de la Ilustración, y más precisamente de la Revolución. Sí aceptamos la libertad de pensamiento, no podemos negar la inmensa cantidad de conocimientos, teorías, ideas y prácticas humanas que surgirían.
Cuando el siglo XVIII quiere designar esta fuerza, cuando pretende condensar su esencia en una sola palabra, apela al sustantivo razón. La razón se le convierte en un punto unitario y central, en expresiones de todo lo que anhela y por lo que se empeña, de todo lo que quiere y produce.
Lo cual nos lleva a un progreso constante y acumulativo -constante porque la curiosidad del hombre no se detiene, es decir, siempre busca ir más allá ya sea de una teoría dada o de un nuevo objeto de investigación, y acumulativo porque el hombre tiene la capacidad de recoger los conocimientos dados y complementarlos con otros nuevos.- que fue inspirado en primer momento por una actitud emancipadora, a saber, la razón, la cual nos permite hacer uso de la capacidad de mandarnos a nosotros mismos sin la ayuda, guía o mandato de otros. La razón nos permite hacernos responsables y autónomos, pero como nada en la vida y mucho menos en el ámbito académico se da sin un ejercicio, sin un cultivo, tampoco la razón por sí sola nos da la libertad y autonomía, por el contrario, se necesita un compromiso de atreverse a pensar “Aude sapere, >”
Únicamente cuando el hombre se comprometa a hacer uso de la razón, y aplique una actitud crítica “La crítica es, ciertamente, el análisis de los límites y la reflexión sobre ellos.” Y los someta a juicio previo, entonces, la humanidad será capaz de salir del atraso intelectual que ella misma se impuso. “la pereza y cobardía son causa de que (…) los hombres continúen a gusto en un estado de pupilo.” Una actitud crítica requiere un esfuerzo de juicio personal, es decir, es poner en la balanza la opinión o información que se me está imponiendo de una manera directa o indirectamente por alguien externo a mí, para después tomar partido en la problemática haciendo uso de la razón. Es justo en dicho momento cuando surge la actitud crítica la cual nos permitirá salir del dogma “es, pues, el procedimiento dogmático de la razón pura sin una previa critica de su propio poder.”
La razón es lo que diferencia al hombre de las demás especies “¿Animal? (…) que sobresale por su perfectibilidad, por la superioridad de una razón que es la única capaz de combinar sus ideas mediante el lenguaje y, así, de inventar.” Así que no hacer uso de ella es una ofensa a la libertad, es no atreverse a ver más allá de lo que otros han dicho que es. La razón y su uso exigen una actitud de compromiso que empieza en el seno personal, pasa al ámbito de la vida cotidiana y culmina con la comunidad y su progreso. Éste compromiso que requiere y exige el uso de la razón es un ejercicio que no se detiene en el terreno de lo subjetivo, que no se queda en el círculo de unos cuantos pensadores, el ejercicio de la razón exige un compromiso universal y constante, la humanidad no es éste o aquél pensador o teoría, la humanidad somos todos. Que las grandes ideas o teorías surgen de sólo algunas mentes, no nos debe limitar a no hacer uso de la razón y el ejercicio que ella exige.
Tenemos tanta confianza en la razón que no sólo es una actitud y ejercicio práctico en la vida, sin importar sí se es un académico o un obrero, eso no importa, la razón y su uso, uno y universal, esto conlleva a fundar toda creación humana en la siempre universal razón. Anhelamos, creemos y perseguimos un mundo donde la razón nos conduzca a un estado de bienestar –que otra cosa podemos esperar de ella que nos ha dado tanto.- Fundamentamos nuestras sociedades, ciencias y convivencias en ella, puede ser que éste apego a la razón finalmente nos conduzca a un mundo racional y progresista.
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