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miércoles, 18 de agosto de 2010

COMENTARIOS AL TEXTO DE KANT QUÉ ES LA ILUSTRACIÓN. LUIS MIGUEL TAMAYO

APORTE AL FORO VIRTUAL.
A sólo 5 años de la revolución francesa , en 1784, Kant produce una reflexión en la que reconoce en un rey como Federico de Prusia la figura del monarca ilustrado, de quien admite tolerar o permitir cierta libertad de sus gobernados para pronunciarse libremente sobre asuntos religiosos. Si miramos el contexto de la modernidad clásica, la ilustración, el enciclopedismo, el pensamiento europeo recién estaba despertando del letargo medieval, de ese bien llamado históricamente “oscurantismo” que durmió la conciencia de quienes por ese entonces, los europeos, eran quienes trazaban o imponían con la colonización, las líneas dominantes de la civilización. En ese marco histórico venia ya avanzada, desde el siglo XVI, la reforma religiosa protestante desde los países anglosajones y la respuesta de la iglesia, la contrarreforma. Definir la Ilustración desde esas coordenadas y más frente al nudo gordiano del conocimiento como era la cuestión religiosa, a mi juicio es un aporte significativo en el progreso del pensamiento transformador de la época.

La audacia en el pensamiento y la acción es lo que caracteriza según Kant una autonomía, una mayoría de edad, o una autorrealización cognitiva y vivencial del hombre. Y es precisamente esa naturaleza humana la que siempre se trata de ocultar individual y colectivamente en los sistemas sociales y económicos predominantes que nos rigen desde la modernidad hasta la actualidad.

Cuando en los textos que abordamos hoy los educadores, se habla se saberes autónomos, populares, cuando se nos propone nuestra identidad como trabajadores intelectuales alternativos, en las experiencias pedagógicas en que se construye una praxis transformadora del contexto rígido de la escuela, se configura esa mayoría de edad de la que habla Kant en su texto “Qué es la Ilustración”. La dificultad, la angustia, el reto de pensar por si mismos y validar las decisiones propias ante un medio hostil, ante ese “pensamiento único”, ante el establecimiento declarado como panacea de todos los problemas humanos, es la realidad que tenemos los docentes en nuestro día a día y en los proyectos de vida.

En nuestros estilos de acción indiferentes, o en esos “currículos ocultos” que mostramos los profesores en las instituciones para pasar agachados frente a los problemas, o simplemente esa consigna “de sálvese quien pueda” que adoptamos para no comprometernos con nadie, ni correr riesgos, hay una minoría de edad, una minusvalidez cognitiva, una cobardía disfrazada de razones individuales que tratamos de disimular acogiéndonos a la sombra de los formalismos del régimen, argumentando que esa es la normatividad vigente, aceptando sin ninguna actitud crítica los lineamientos oficiales que convierten la educación en una mercancía regulada por la oferta y la demanda.

En la dinámica del que hacer educativo pareciera cumplirse la conjugación de dos verbos : yo participo, tu participas, el participa, nosotros participamos… ellos deciden… Los tutores de los que renuncian a la emancipación, a la autodeterminación y la autonomía saben del control de su rebaño, conocen de la adicción al servilismo, y manejan la pereza y la idiotizacion de las masas que les producen sus riquezas y su poder enmarcado en leyes, conceptos y en el incuestionado orden natural de su dominación.

Kant, a mi juicio no se equivoca cuando expone y fundamenta una liberación humana desde el conocimiento, el saber y el intelecto frente a las tinieblas feudales, al orden divino del universo y al poder emanado de una entidad externa del hombre y la sociedad misma. No formuló, eso si, una filosofía de la transformación del mundo que expresó Marx más adelante cuando afirmaba en las 11 Tesis sobre Feurbach : “Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo.”

La expresión “Sapere aude” : “ten la valentía de servirte de tu propio intelecto” es pues una consigna, no solo de la Ilustración, sino también válida para los docentes, es como lo diría Kant un “imperativo categórico” o deber ser en la línea de una educación de mayor calidad o también como lo decían los intelectuales colombianos en los años 70, fundadores del Semanario “Alternativa” : “Atreverse a pensar, es empezar a luchar”

Luis Miguel Tamayo Gaviria

. QUE ES LA ILUSTRACIÓN DE KANT: IMPORTANTE LECTURA

Breve comentario por: Claudia Bolívar 
Docente participante del seminario de  derechos humanos.

La obra de Kant es muy interesante, puesto que surge en un momento trascendental de la humanidad, en el cual se presentan variados avances en todos los ámbitos del ser y de la sociedad; "EL SIGLO DE LAS LUCES" S.XVIII, en el cual surgen importantes descubrimientos y creaciones de la mente, como respuestas a las necesidades o problemas de los seres humanos y aclaración de dudas frente a los misterios de la creación.
La pregunta de qué es la ilustración? planteada por Kant puede, en principio tener una respuesta: "ilustración" del latín "Ilustrare" que significa iluminación. Afortunadamente, Kant  establece una obra que le llevó toda su vida (80 años) para ilustrarnos sobre la respuesta a este interrogante. Kant plantea que la ilustración es "la salida del hombre de su minoría de edad. la cual radica  en la incapacidad del hombre para servirse de su propio entendimiento, sin la dirección de otro (tutor, pastor, guía espiritual, médico). Uno mismo es culpable de la minoría de edad, cuando la causa no está en un defecto del entendimiento, sino en la falta de decisión y ánimo  para sentirse con independencia de él, invita a sapere aude, atrévete a saber, ten el valor de servirte de tu propio entendimiento" 

El planteamiento de Kant es de hace tres siglos y sin embargo aplica en nuestros días, tenemos un minoría de edad tan marcada por innumerables motivos, es tan cómodo que los demás piensen por nosotros, en cualquiera de los ámbitos que se observe, la mayoría se ubican en esta minoría de edad, nos falta el valor, el coraje, la acción decidida e impetuosa de asumir nuestra mayoría de edad, porque eso implicaría dejar la "comodidad" que significa estar en la minoría de edad. 
Esta condición es muy nociva para los seres humanos y para la sociedad, puesto que de esta condición se valen los "poderosos" para someter a pueblos enteros a su antojo y ocurre a grandes y a pequeñas escalas, ocurre en las diferentes clases sociales y políticas, en la comunidad religiosa aún en nuestro sistema educativo, el cual esta diseñado para nunca salir de la minoría de edad con los decretos como el 230, hoy 1290, el manejo de desempeños, los estándadres "minimos" en fin toda esa maquinaria montada desde el sistema educativo, educación de escritorio, en la cual estamos inmersos y que por el afán de llenar formatos,  certificaciones, seguir programas y demás, no nos queda tiempo de atender lo esencial de la escuela, el pensamiento, la razón, obviamente sin descuidar el ser ni el sentir, del cual debe surgir toda solución a los problemas presentados en la sociedad, los cuales tienden a empeorar..

Retomando a Kant, es necesario hacer alusión a dos obras creadas por él como son la" ética de la razón" y la" paz perpetua", ya que en estas obras hay algunos conceptos básicos por los cuales podemos empezar para plantear algunas soluciones  a nuestros problemas actuales. se toma la ética como" la libertad fundamental del individuo, la libertad del gobierno de si mismo, para obedecer en conciencia las leyes del universo como se revelan por la razón".Las leyes de la naturaleza merecen nuestro respeto y es necesario conocerlas para estar  preparados en el  momento que nos sorprendan, más aún en estos tiempos en los cuales se han gastado de manera poco adecuada sus recursos. Sin embargo las leyes de los seres humanos creadas para someter a otros seres humanos, deben ser debatidas y decididas por todos los que de ellas van a participar.  Kant creía que "El bienestar de cada individuo debía ser considerado como un fin en sí mismo   y que el mundo había de progresar hacia una sociedad donde la razón obligara a todo legislador a crear sus leyes de tal manera que nacieran de la voluntad única de un pueblo entero y a considerar a  todo sujeto, en la medida en que quisiera ser ciudadano partiendo del principio, de si ha estado deacuerdo con esta voluntad". 
En la medida en que, los que "tenemos" un pequeño conocimiento, lo compartamos y debatamos con los demás, escuchemos los planteamientos, razones, sentimientos, problemas y necesidades de los otros, podremos llegar a un acuerdo y decidir sobre  nuestro destino y el de los demás,el espacio de nuestras aulas debe convertirse en el laboratorio preciso para intentar ubicarnos en el camino hacia una mayoría de edad, así tal vez cuando nuestros estudiantes tengan su cédula y sean ciudadanos, no  les sirva estas condiciones sólo para delegar a los que mal deciden y piensan por ellos...

COMENTARIOS LECTURA QUE ES LA ILUSTRACION?

¿Qué es la ilustración?


Immanuel Kant


La respuesta de Immanuel Kant frente a lo que significa la ilustración “separe aude”: ten valor de servirte de tu propio entendimiento. Se refiere a la independencia y la responsabilidad con que puede actuar el ser humano como ciudadano. Librepensador, independiente, dueño de sus acciones, cuando ha pasado por el proceso de conseguir lo que Kant llama la mayoría de edad.

Kant también refiere la comodidad del ser humano al permanecer en la minoría de edad, teniendo como causas importantes de ésta, la pereza y la cobardía. Es decir, para el ser humano no es fácil ser mayor de edad, ya que ello implica un compromiso de responder por sus acciones, palabras, actitudes, basado en la razón.

El ser humano que ejerce la mayoría de edad tiene derecho a hacer uso público de la razón, este hecho constituye para Kant la verdadera ilustración.

Trasladando el texto de Kant a la realidad escolar, encontramos que efectivamente al pretender asumir la mayoría de edad, se encuentran muchas limitaciones, el mismo sistema escolar con sus políticas educativas, sus reglamentaciones, la resistencia al cambio entre otros. El hacerse libre de estas cadenas permite que en la dinámica escolar, el maestro sea un acompañante en la búsqueda de esa mayoría de edad de sus estudiantes. Esto a su vez requiere de la formación espiritual de los estudiantes y no de la instrucción meramente instrumental o técnica de la educación, que se tiende a caer con frecuencia en los colegios.

De todas formas el compromiso del maestro en este sentido resulta ser fundamental en la vida de los niños y niñas que pasan por sus manos, su mente y su corazón.

Enseñar a pensar y a usar la razón contribuye a formar mentes despiertas ciudadanos que pueden conseguir la mayoría de edad con mayor facilidad que aquellos que se forman únicamente en la obediencia.



Carmen Cecilia Villamizar V. Instituto Técnico Industrial Piloto

SOMOS RESPONSABLES DE NUESTRA MAYORIA DE EDAD ¿QUÉ ES LA ILUSTRACIÓN?

La ilustración es la salida del hombre de su mínoria de edad. Para Imanuel Kant la mínoria de edad se entiende como cierto estado de otra voluntad que nos hace aceptar la autoridad del otro para conducirnos por dominios en los cuales conviene hacer uso de la razón. Uno mismo es culpable de la mínoria de edad cuando la causa de ella es la falta de decisión y animo para servirse de su entendimiento sin la conducción de otro. La primicia de la ilustración es "ten valor de servirte de tu propio entendimiento"

Para Kant la modernidad no es solo un periodo de la historia sino una actitud de tomar conciencia y hacer uso de la razón con fines establecidos, entonces ser un hombre mayor de edad no implica serlo solo por fluir en ese momento, sino por tomarse como objeto de elaboración.

Liliana Hernández Torres

RESPUESTA A LA PREGUNTA: ¿QUE ES LA ILUSTRACION?

El concepto de ilustración según Kant, es salir de la minoría de edad sirviéndose del entendimiento sin la dirección de otro, lo que implica decisión y arrojo.


En una sociedad como la nuestra, donde por todos los medios incluyendo la Iglesia, los doctores, la escuela, nos están diciendo qué es lo bueno y qué es lo malo, en donde el Estado “mantiene” a las clases pobres brindando “salud, alimentación, educación” , a veces sin hacer el más mínimo esfuerzo; es una dura tarea tratar que entiendan que pueden salir adelante por su propio entendimiento, aún cayéndose, sin esperar que otro los guíe, con el esfuerzo del espíritu.

En las clases medias y altas, no es muy diferente; el dinero puede pagar aquellas necesidades básicas del ser humano, por lo tanto, no hay necesidad de llegar a la ilustración, es más cómodo conformarse con lo que se tiene sin necesidad de buscar otras salidas a una ignorancia que puede tener consecuencias funestas para el espíritu: angustia existencial, necesidad de guiar a otros, ir en contra de la autoridad generando problemas que atenten el bienestar propio.

La pereza y la cobardía, entonces serían las causas más simples para no llegar a la mayoría del entendimiento; por otro lado en esta sociedad no se permite pensar por sí mismo y mucho menos cuando se va en contra de las instituciones, no se permite pensar cuando existe una jerarquía ya que ella guía, no solamente hacia lo bueno, incluso hacia lo que es perjudicial, tiene todo el poder, por ello los gobernantes no son tutores, por lo tanto no tienen o no les importa tener fe en el pueblo: se les puede ir en contra.

Para llegar a la mayoría de edad, se necesita, pensar por sí mismo, con convicción de que se es capaz, con seguridad y siempre pensando que en su empeño puede encontrar muchas barreras que pueden perjudicar su propio bienestar; por ende, los maestros, como tutores de la nueva sociedad, desde nuestra gran ignorancia en medio de todo lo que nos falta por aprender y con esfuerzo del espíritu, somos los responsables de ilustrar a los jóvenes que tenemos en nuestras manos.

Martha Patricia García

PROYECTO INVESTIGACIÓN DERECHOS HUMANOS COLEGIO TOBERIN

El proyecto de investigación, realizado en nuestra institución COLEGIO TOBERIN, busca que nuestros estudiantes se apropien de los derechos humanos a partir de su proyecto de vida mediante el respeto por la diferencia y la sana convivencia .
En el siguiente link.encotrara el trabajo de investigación.VER TRABAJO
VER TRABAJO

En el siguiente link ud. podrá observar el vídeo donde se realiza la sensibilización de la apropiación de los derechos humanos , en los estudiantes del Colegio Toberin.

VER VIDEO
Autor LEO FABRICIO JIMENEZ R.
DOCENTE COLEGIO TOBERIN.
RESPUESTA A LA PREGUNTA ¿QUÉ ES ILUSTRACIÓN?
Diana Murcia Clavijo
Para Kant la historia humana tiene un objetivo , la realización de la libertad; precisamente, explica cómo, en su marcha histórica, el hombre va desarrollando de manera natural muchas capacidades que son innatas en todo la especie humana, una de ellas según Kant, es la razón. Él, al igual que los filósofos ilustrados, cree en el progreso de la razón y en la perfección de la especia humana.
Para Kant los extremos del desarrollo progresivo del ser humano son el instinto y la razón. Entre ambos extremos, la historia del hombre encuentra su lugar intermedio es el espacio de la libertad. Sólo es responsable quien puede actuar con libertad, o sea, con independencia de inclinaciones sensibles.

Para Kant la ilustración es "salir de la minoría de edad". Esta minoría radica en la incapacidad de servirse del propio entendimiento, dejando de lado la dirección de otro. Lo fundamental de la ilustración, es la de tener el valor de servirse del propio entendimiento, de la propia capacidad de pensar.
Según Kant la mayoría de los mortales permanecen en la minoría de edad a causa de la pereza o de la cobardía. Pensar por sí mismos quiere decir, en definitiva, ser libre para expresar nuestros pensamientos, fijar una posición, defender nuestros principios, pero esto exige valentía; para ser autónomos debemos estar dispuestos a pagar un precio por disentir en vez de repetir lo que dice el otro.
El uso público de la razón siempre debe ser libre, y es el único que puede producir la ilustración de los hombres. Nadie está obligado a cumplir una orden o a defender una postura que repugne su conciencia moral, es decir en la medida en que nos atrevemos a pensar desde nuestra propia conciencia.
Kant enuncia que el ciudadano que paga impuestos, el oficial que da la orden, el cura que enseña catecismo, todos ellos deberían estar habilitados para hacer público su razonamiento sobre sus funciones o roles. La estrategia militar, las creencias religiosas, los impuestos, pueden hacerse públicos en las expresiones públicas de los diarios. Nadie puede impedir este uso público de la razón, aunque al interior de las instituciones predomine el uso privado, por ejemplo, el cura, el soldado, el contribuyente pueden ver restringida su posibilidad de opinar sobre las cuestiones de gobierno institucional dentro del ámbito privado; pero ninguna ley puede prohibir que ellos expongan sus ideas en los medios de comunicación, o en un ámbito público cualquiera.
Por supuesto que Kant advierte los riesgos de poner en marcha este uso público de la razón; quien expone su punto de vista puede ser despedido, excomulgado, multado, excluido. Pero el riesgo es aún mayor cuando los hombres - por temor o cobardía - se privan de ello.
Si la libertad está dada por naturaleza, si los hombres pueden ser libres, entonces deben ser libres. Negar el uso público de la razón, es negar la libertad. Y el alcance de esa prohibición no es individual sino social.
Ser sujetos ilustrados significa• ser sujetos capaces del ejercicio de libre pensamiento, que no quiere decir cualquier pensamiento, sino
el de llevar adelante la crítica de las instituciones, de las prácticas que ellas generan y los comportamientos que promueven.
Por último la dignidad y la libertad van unidas y salir de la minoría de edad es un acto que nos debemos a nosotros mismos y a nuestra descendencia.

opinion sobre la ilustracion juan carlos barragan

Ante la pregunta ¿Qué es la ilustracion? Kant responde que es ante todo la adquisicion de la mayoria de edad de la razon significando esto como el uso libre y responsable de la razon en todos los aspectos de la vida del individuo (social , politico , etico , religioso) y es precisamente lo anterior lo que da suprema relevancia a esta etapa del pensamiento (uso de la razon) libre y dirigente en una pequeña parte de la poblacion ilustrados sino el surgimiento de mentes igualmente maduras y libres que alentaban su nacimiento en todos los aspectos del conocimiento humano , y en especial sobre el religiosos ya que era esta el responsable en gran medida de el en ``claustramiento mental “ pues no adaptada opiniones y razones mas alla de las propias consideradas hasta entonses coma absolutas e inamovibles.
En nuestras sociedad actual vulve a aparecer como tarea fundamental el convertirnos desde nuestro papel de educadores como impulsadores de mentes compremetidas con su momento historico y social. Que posibiliten el desarrollo desde todos los aspectos de la vida pues solo asi lograremos desprendernos del pesedo caparazon que por siglos nos han impuesto aquellos que asi mismo se proclaman como guias del pensamiento colectivo debido a lo anterior asumo como frase de batalla aquella que nos dejara la revolucion francesa : pude que no este de acuerdo con sus opiniones y razones pero defender a muerte el derecho que tiene de expresarla libremente.


Comentario sobre “La Ilustración”



La ilustración es un movimiento de gran influencia ideológica y cultural, el cual se deriva principalmente en el hecho por el cual el hombre sale de la minoría de edad. Según lo expuesto por Kant, esta condición se fundamenta en la incapacidad de servirse del propio entendimiento, sin la ayuda y el acompañamiento de otro y refleja la culpabilidad del mismo hombre para  estar anclado en esta condición. La ilustración por lo tanto es una crítica al sentido que se le había otorgado a la razón y cómo ésta al ser utilizada de forma independiente podría ser una estrategia transformadora para lograr la autonomía del hombre.



Muchos hombres y mujeres a pesar de tener cierta edad que les permitiría evolucionar en la transformación de sus vidas, siguen siendo incapaces de liberarse y avanzar debido al estado de conformismo, pereza y a la comodidad que representa el hecho de esperar que el otro haga por mí; donde el miedo y el querer arriesgarse  a tomar decisiones influyen de forma determinante en el proceso de independencia y autonomía que como ser humano se debiera tener.



Considero que la invitación de Kant es justamente a replantear sobre la condición del ser humano, qué es lo que quiere?, que espera de su vida?, qué aspectos le harían feliz? Cuáles son sus intereses y necesidades?, es tratar de visualizar y concretar un proyecto de vida basados en  el deseo de atreverse a pensar por uno mismo, a buscar la independencia y la libertad , a pesar de estar influenciados por una época que va deprisa y que no da tiempo de asimilar el acelerado cambio. Todo es posible en la medida en que se tenga la voluntad para  atreverse a cambiar esquemas y al deseo de actuar con libertad.
Andrea Torres Acosta.

Comentario sobre “La Ilustración”

Comentario  sobre “La Ilustración”

La ilustración es un movimiento de gran influencia ideológica y cultural, el cual se deriva principalmente en el hecho por el cual el hombre sale de la minoría de edad. Según lo expuesto por Kant, esta condición se fundamenta en la incapacidad de servirse del propio entendimiento, sin la ayuda y el acompañamiento de otro y refleja la culpabilidad del mismo hombre para  estar anclado en esta condición. La ilustración por lo tanto es una crítica al sentido que se le había otorgado a la razón y cómo ésta al ser utilizada de forma independiente podría ser una estrategia transformadora para lograr la autonomía del hombre.
Muchos hombres y mujeres a pesar de tener cierta edad que les permitiría evolucionar en la transformación de sus vidas, siguen siendo incapaces de liberarse y avanzar debido al estado de conformismo, pereza y a la comodidad que representa el hecho de esperar que el otro haga por mí; donde el miedo y el querer arriesgarse  a tomar decisiones influyen de forma determinante en el proceso de independencia y autonomía que como ser humano se debiera tener.
Considero que la invitación de Kant es justamente a replantear sobre la condición del ser humano, qué es lo que quiere?, que espera de su vida?, qué aspectos le harían feliz? Cuáles son sus intereses y necesidades?, es tratar de visualizar y concretar un proyecto de vida basados en  el deseo de atreverse a pensar por uno mismo, a buscar la independencia y la libertad , a pesar de estar influenciados por una época que va deprisa y que no da tiempo de asimilar el acelerado cambio. Todo es posible en la medida en que se tenga la voluntad para  atreverse a cambiar esquemas y al deseo de actuar con libertad.
Andrea Torres Acosta.

SERÁ QUE LA EDAD SI MIDE LA MADUREZ E ILUSTRACIÓN DE UN INDIVIDUO, O SON SUS IDEAS Y EL DESARROLLO DE ELLAS?

PEQUEÑO ANALISIS PARA PENSAR BASADO EN LO YA ESCRITO.
POR RICARDO CALDERON QUINTERO

Sería bueno cuestionarnos porqué si existen cosas tan claras acerca del conocimiento y del uso de este el ser humano en su asqueroso egoísmo evade este conocimiento y sigue lanzando el mundo hacia un abismo con un fondo cabado por el mismo.
Respecto a la ilustracion y el manejo de ella Kant nos comenta que es el mismo hombre el culpable de ella. Kant piensa que la minoría de edad estriba en la incapacidad de servirse del propio entendimiento, sin la dirección de otro. Uno mismo es culpable de esta minoría de edad cuando la causa de ella no yace en un defecto del entendimiento, sino en la falta de decisión y ánimo para servirse con independencia de él, sin la conducción de otro. ¡Sapere aude! ¡Ten valor de servirte de tu propio entendimiento! He aquí la divisa de la ilustración.
La mayoría de los hombres, a pesar de que la naturaleza los ha librado desde tiempo atrás de conducción ajena (naturaliter maiorennes), permanecen con gusto bajo ella a lo largo de la vida, debido a la pereza y la cobardía. Por eso les es muy fácil a los otros erigirse en tutores. ¡Es tan cómodo ser menor de edad! Si tengo un libro que piensa por mí, un pastor que reemplaza mi conciencia moral, un médico que juzga acerca de mi dieta, y así sucesivamente, no necesitaré del propio esfuerzo. Tal y como sucede en Colombia cuando nos hacemos los de la vista gorda frente a muchas situaciones que sabemos estan mal pero que no actuamos ni como profesionales ni como personas. Con sólo poder pagar, no tengo necesidad de pensar: otro tomará mi puesto en tan fastidiosa tarea. Como la mayoría de los hombres (y entre ellos la totalidad del bello sexo) tienen por muy peligroso el paso a la mayoría de edad, fuera de ser penoso, aquellos tutores ya se han cuidado muy amablemente de tomar sobre sí semejante superintendencia. Después de haber atontado sus reses domesticadas, de modo que estas pacíficas criaturas no osan dar un solo paso fuera de las andaderas en que están metidas, les mostraron el riesgo que las amenaza si intentan marchar solas. Lo cierto es que ese riesgo no es tan grande, pues después de algunas caídas habrían aprendido a caminar; pero los ejemplos de esos accidentes por lo común producen timidez y espanto, y alejan todo ulterior intento de rehacer semejante experiencia.

Por tanto, a cada hombre individual le es difícil salir de la minoría de edad, casi convertida en naturaleza suya; inclusive, le ha cobrado afición. Por el momento es realmente incapaz de servirse del propio entendimiento, porque jamás se le deja hacer dicho ensayo. Los grillos que atan a la persistente minoría de edad están dados por reglamentos y fórmulas: instrumentos mecánicos de un uso racional, o mejor de un abuso de sus dotes naturales. Por no estar habituado a los movimientos libres, quien se desprenda de esos grillos quizá diera un inseguro salto por encima de alguna estrechísima zanja. Por eso, sólo son pocos los que, por esfuerzo del propio espíritu, logran salir de la minoría de edad y andar, sin embargo, con seguro paso.

Es admirable como Kant nos hace pensar que hay animales mas racionales que los humanos quienes en su infinita grandeza utilizan el conocimiento para su propia destrucción como lo hacemos al utilizar la cuestionada tecnología que habría que analizar si ha hecho mas daño que bien a la humanidad.
Respecto a la tambien tan cuestionada  libertad , en cambio, Kant piensa que es posible que el público se ilustre a sí mismo, siempre que se le deje en libertad; incluso, casi es inevitable. En efecto, siempre se encontrarán algunos hombres que piensen por sí mismos, hasta entre los tutores instituidos por la confusa masa. Ellos, después de haber rechazado el yugo de la minoría de edad, ensancharán el espíritu de una estimación racional del propio valor y de la vocación que todo hombre tiene: la de pensar por sí mismo. Notemos en particular que con anterioridad los tutores habían puesto al público bajo ese yugo, estando después obligados a someterse al mismo. Tal cosa ocurre cuando algunos, por sí mismos incapaces de toda ilustración, los incitan a la sublevación: tan dañoso es inculcar prejuicios, ya que ellos terminan por vengarse de los que han sido sus autores o propagadores. Luego, el público puede alcanzar ilustración sólo lentamente. Quizá por una revolución sea posible producir la caída del despotismo personal o de alguna opresión interesada y ambiciosa; pero jamás se logrará por este camino la verdadera reforma del modo de pensar, sino que surgirán nuevos prejuicios que, como los antiguos, servirán de andaderas para la mayor parte de la masa, privada de pensamiento.

Sin embargo, para esa ilustración sólo se exige libertad y, por cierto, la más inofensiva de todas las que llevan tal nombre, a saber, la libertad de hacer un uso público de la propia razón, en cualquier dominio. Pero oigo exclamar por doquier: ¡no razones! El oficial dice: ¡no razones, adiéstrate! El financista: ¡no razones y paga! El pastor: ¡no razones, ten fe! (Un único señor dice en el mundo: ¡razonad todo lo que queráis y sobre lo que queráis, pero obedeced!) Por todos lados, pues, encontramos limitaciones de la libertad. Pero ¿cuál de ellas impide la ilustración y cuáles, por el contrario, la fomentan? He aquí mi respuesta: el uso público de la razón siempre debe ser libre, y es el único que puede producir la ilustración de los hombres. El uso privado, en cambio, ha de ser con frecuencia severamente limitado, sin que se obstaculice de un modo particular el progreso de la ilustración. Entiendo por uso público de la propia razón el que alguien hace de ella, en cuanto docto, y ante la totalidad del público del mundo de lectores. Llamo uso privado al empleo de la razón que se le permite al hombre dentro de un puesto civil o de una función que se le confía. Ahora bien, en muchas ocupaciones concernientes al interés de la comunidad son necesarios ciertos mecanismos, por medio de los cuales algunos de sus miembros se tienen que comportar de modo meramente pasivo, para que, mediante cierta unanimidad artificial, el gobierno los dirija hacia fines públicos, o al menos, para que se limite la destrucción de los mismos. Como es natural, en este caso no es permitido razonar, sino que se necesita obedecer. Pero en cuanto a esta parte de la máquina, se la considera miembro de una comunidad íntegra o, incluso, de la sociedad cosmopolita; en cuanto se la estima en su calidad de docto que, mediante escritos, se dirige a un público en sentido propio, puede razonar sobre todo, sin que por ello padezcan las ocupaciones que en parte le son asignadas en cuanto miembro pasivo. Así, por ejemplo, sería muy peligroso si un oficial, que debe obedecer al superior, se pusiera a argumentar en voz alta, estando de servicio, acerca de la conveniencia o inutilidad de la orden recibida. Tiene que obedecer. Pero no se le puede prohibir con justicia hacer observaciones, en cuanto docto, acerca de los defectos del servicio militar y presentarlas ante el juicio del público. El ciudadano no se puede negar a pagar los impuestos que le son asignados, tanto que una censura impertinente a esa carga, en el momento que deba pagarla, puede ser castigada por escandalosa (pues podría ocasionar resistencias generales). Pero, sin embargo, no actuará en contra del deber de un ciudadano si, como docto, manifiesta públicamente sus ideas acerca de la inconveniencia o injusticia de tales impuestos. De la misma manera, un sacerdote está obligado a enseñar a sus catecúmenos y a su comunidad según el símbolo de la Iglesia a que sirve, puesto que ha sido admitido en ella con esa condición. Pero, como docto, tiene plena libertad, y hasta la misión, de comunicar al público sus ideas —cuidadosamente examinadas y bien intencionadas— acerca de los defectos de ese símbolo; es decir, debe exponer al público las proposiciones relativas a un mejoramiento de las instituciones, referidas a la religión y a la Iglesia. En esto no hay nada que pueda provocar en él escrúpulos de conciencia. Presentará lo que enseña en virtud de su función —en tanto conductor de la Iglesia— como algo que no ha de enseñar con arbitraria libertad, y según sus propias opiniones, porque se ha comprometido a predicar de acuerdo con prescripciones y en nombre de una autoridad ajena. Dirá: nuestra Iglesia enseña esto o aquello, para lo cual se sirve de determinados argumentos. En tal ocasión deducirá todo lo que es útil para su comunidad de proposiciones a las que él mismo no se sometería con plena convicción; pero se ha comprometido a exponerlas, porque no es absolutamente imposible que en ellas se oculte cierta verdad que, al menos, no es en todos los casos contraria a la religión íntima. Si no creyese esto último, no podría conservar su función sin sentir los reproches de su conciencia moral, y tendría que renunciar. Luego el uso que un predicador hace de su razón ante la comunidad es meramente privado, puesto que dicha comunidad sólo constituye una reunión familiar, por amplia que sea. Con respecto a la misma, el sacerdote no es libre, ni tampoco debe serlo, puesto que ejecuta una orden que le es extraña. Como docto, en cambio, que habla mediante escritos al público, propiamente dicho, es decir, al mundo, el sacerdote gozará, dentro del uso público de su razón, de una ilimitada libertad para servirse de la misma y, de ese modo, para hablar en nombre propio. En efecto, pretender que los tutores del pueblo (en cuestiones espirituales) sean también menores de edad, constituye un absurdo capaz de desembocar en la eternización de la insensatez.

Y respecto a la iglesia??
Para Kant,  una sociedad eclesiástica tal, un sínodo semejante de la Iglesia, es decir, una classis de reverendos (como la llaman los holandeses) ¿no podría acaso comprometerse y jurar sobre algún símbolo invariable que llevaría así a una incesante y suprema tutela sobre cada uno de sus miembros y, mediante ellos, sobre el pueblo? ¿De ese modo no lograría eternizarse? Digo que es absolutamente imposible. Semejante contrato, que excluiría para siempre toda ulterior ilustración del género humano es, en sí mismo, sin más nulo e inexistente, aunque fuera confirmado por el poder supremo, el congreso y los más solemnes tratados de paz. Una época no se puede obligar ni juramentar para poner a la siguiente en la condición de que le sea imposible ampliar sus conocimientos (sobre todo los muy urgentes), purificarlos de errores y, en general, promover la ilustración. Sería un crimen contra la naturaleza humana, cuya destinación originaria consiste, justamente, en ese progresar. La posteridad está plenamente justificada para rechazar aquellos decretos, aceptados de modo incompetente y criminal. La piedra de toque de todo lo que se puede decidir como ley para un pueblo yace en esta cuestión: ¿un pueblo podría imponerse a sí mismo semejante ley? Eso podría ocurrir si por así decirlo, tuviese la esperanza de alcanzar, en corto y determinado tiempo, una ley mejor, capaz de introducir cierta ordenación. Pero, al mismo tiempo, cada ciudadano, principalmente los sacerdotes, en calidad de doctos, debieran tener libertad de llevar sus observaciones públicamente, es decir, por escrito, acerca de los defectos de la actual institución. Mientras tanto —hasta que la intelección de la cualidad de estos asuntos se hubiese extendido lo suficiente y estuviese confirmada, de tal modo que el acuerdo de su voces (aunque no la de todos) pudiera elevar ante el trono una propuesta para proteger las comunidades que se habían unido en una dirección modificada de la religión, según los conceptos propios de una comprensión más ilustrada, sin impedir que los que quieran permanecer fieles a la antigua lo hagan así— mientras tanto, pues, perduraría el orden establecido. Pero constituye algo absolutamente prohibido unirse por una constitución religiosa inconmovible, que públicamente no debe ser puesta en duda por nadie, aunque más no fuese durante lo que dura la vida de un hombre, y que aniquila y torna infecundo un período del progreso de la humanidad hacia su perfeccionamiento, tornándose, incluso, nociva para la posteridad. Un hombre, con respecto a su propia persona y por cierto tiempo, puede dilatar la adquisición de una ilustración que está obligado a poseer; pero renunciar a ella, con relación a la propia persona, y con mayor razón aún con referencia a la posteridad, significa violar y pisotear los sagrados derechos de la humanidad. Pero lo que un pueblo no puede decidir por sí mismo, menos lo podrá hacer un monarca en nombre del mismo. En efecto, su autoridad legisladora se debe a que reúne en la suya la voluntad de todo el pueblo. Si el monarca se inquieta para que cualquier verdadero o presunto perfeccionamiento se concilie con el orden civil, podrá permitir que los súbditos hagan por sí mismos lo que consideran necesario para la salvación de sus almas. Se trata de algo que no le concierne; en cambio, le importará mucho evitar que unos a los otros se impidan con violencia trabajar, con toda la capacidad de que son capaces, por la determinación y fomento de dicha salvación. Inclusive se agravaría su majestad si se mezclase en estas cosas, sometiendo a inspección gubernamental los escritos con que los súbditos tratan de exponer sus pensamientos con pureza, salvo que lo hiciera convencido del propio y supremo dictamen intelectual —con lo cual se prestaría al reproche Caesar non est supra grammaticos— o que rebajara su poder supremo lo suficiente como para amparar dentro del Estado el despotismo clerical de algunos tiranos, ejercido sobre los restantes súbditos.

Pero entonces si vivimos en una época ilustrada??
Según  él  no, pero sí en una época de ilustración. Todavía falta mucho para que la totalidad de los hombres, en su actual condición, sean capaces o estén en posición de servirse bien y con seguridad del propio entendimiento, sin acudir a extraña conducción. Sin embargo, ahora tienen el campo abierto para trabajar libremente por el logro de esa meta, y los obstáculos para una ilustración general, o para la salida de una culpable minoría de edad, son cada vez menores. Ya tenemos claros indicios de ello. Desde este punto de vista, nuestro tiempo es la época de la ilustración o "el siglo de Federico".



He puesto el punto principal de la ilustración —es decir, del hecho por el cual el hombre sale de una minoría de edad de la que es culpable— en la cuestión religiosa, porque para las artes y las ciencias los que dominan no tienen ningún interés en representar el papel de tutores de sus súbditos. Además, la minoría de edad en cuestiones religiosas es la que ofrece mayor peligro: también es la más deshonrosa. Pero el modo de pensar de un jefe de Estado que favorece esa libertad llega todavía más lejos y comprende que, en lo referente a la legislación, no es peligroso permitir que los súbditos hagan un uso público de la propia razón y expongan públicamente al mundo los pensamientos relativos a una concepción más perfecta de esa legislación, la que puede incluir una franca crítica a la existente. También en esto damos un brillante ejemplo, pues ningún monarca se anticipó al que nosotros honramos.
Pero sólo alguien que por estar ilustrado no teme las sombras y, al mismo tiempo, dispone de un ejército numeroso y disciplinado, que les garantiza a los ciudadanos una paz interior, sólo él podrá decir algo que no es lícito en un Estado libre: ¡razonad tanto como queráis y sobre lo que queráis, pero obedeced! Se muestra aquí una extraña y no esperada marcha de las cosas humanas; pero si la contemplamos en la amplitud de su trayectoria, todo es en ella paradójico. Un mayor grado de libertad civil parecería ventajoso para la libertad del espíritu del pueblo y, sin embargo, le fija límites infranqueables. Un grado menor, en cambio, le procura espacio para la extensión de todos sus poderes. Una vez que la Naturaleza, bajo esta dura cáscara, ha desarrollado la semilla que cuida con extrema ternura, es decir, la inclinación y disposición al libre pensamiento, ese hecho repercute gradualmente sobre el modo de sentir del pueblo (con lo cual éste va siendo poco a poco más capaz de una libertad de obrar) y hasta en los principios de gobierno, que encuentra como provechoso tratar al hombre conforme a su dignidad, puesto que es algo más que una máquina.

¿Cuánto tiempo tendrá que pasar para que la humanidad cumpla con su mayoría de edad?
¿cuánto tiempo para que nuestro egoísmo y nuestra cobardía se vayan y nos permitan juntos construir de verdad una humanidad donde se pongan en práctica todos los conceptos que nos deberían permitir vivir mejor? Preguntas que ojala nuestros bisnietos conozcan.

RESUMEN TEMÁTICO RESPUESTA A LA PREGUNTA: ¿QUÉ ES LA ILUSTRACIÓN? INMANUEL KANT.

Según Inmanuel Kant “La ilustración es salida del hombre de su condición de menor de edad de la cual él mismo es culpable” entendido como el ser humano que no usa la razón y debe dejarse llevar por el entendimiento de otras personas. La pereza y la cobardía son las principales causas de esa minoría de edad, ya que muchas personas (gobernantes) piensan y deciden por nosotros, tanto en la forma de elección, como en el manejo del presupuesto nacional donde solo nos limitamos acatar, y lo que es peor aún sin siquiera hacer la más mínima oposición. Tan solo un pequeño grupo de personas logra salir de esa “minoría de edad” donde piensan, razonan y logran llegar a esa “ilustración”, al mismo tiempo preocupándose por ellos solos desgraciadamente y dejando a ese grupo sumido en la más triste realidad, sin posibilidad de transformación alguna.

Una de las características principales de esa ilustración es la libertad donde el individuo puede hacer público sus modos de pensar y actuar, pero desgraciadamente hoy en nuestra sociedad es prohibido pensar y dar a conocer sus opiniones, e inconformidades, porque está organizada para que el individuo acate las normas sin protestar, de respetar esa condición el individuo podría llegar a posicionarse en cargos públicos, es decir la sociedad se estructuró para obedecer y no para razonar, de hacerlo según Kant estaría actuando en contra del deber ciudadano.

Uno de los derechos básicos de la humanidad es precisamente llegar a esa etapa de la ilustración donde el individuo se prepare y se concientice y llegue a decidir y ser miembro activo de una sociedad que le aporte a la misma para un futuro mejor. Esa libertad del individuo debe llevarlo al cuestionamiento de esos obstáculos que le impone el gobierno con leyes, normas e impuestos, que muchas veces son injustos para el pueblo.

GERMAN ALBERTO ARENAS FONSECA.

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