Docente BLANCA MARCELLY SOSA PACHECO
COMENTARIO
Preocupado por caracterizar su época Kant nos da hacia 1784, casi a finales del siglo de las luces o de la Ilustración su respuesta al significado de la misma; plantea, que es el siglo de la razón donde el hombre sale de su minoría de edad. ´Ten el valor de servirte de tu propio entendimiento´ de actuar con libertad, sin perjuicios, de esta forma al obtener la autonomía la razón humana adquiere el derecho a sacar sus propias conclusiones sin necesidad de aceptar los dictados de la tradición y los dogmas.
Es importante tener en cuenta el contexto social del siglo de la luces por una parte se ve crecer la industria, la técnica y los inventos, la urbanización, el incipiente capitalismo, el surgimiento de la clase media capitalista y el proletariado urbano, es una época de gran avance científico y técnico, que a su vez es la consecuencia del movimiento intelectual y científico del renacimiento.
Época de gran madurez intelectual que permite a la filosofía influir más ampliamente en todos los estamentos, en la que se le adjudica a la razón un papel prioritario como instrumento de transformación para aclarar toda duda relacionada con el conocimiento, las leyes, la religión etc.
La ilustración es la liberación del ser humano de su incapacidad de servirse de su inteligencia sin la guía de otro, incapacidad de la cual es culpable por que radica en su falta de voluntad y no en su falta de inteligencia. Es más fácil depender que ser libre, dejar que otros piensen, que decidan no atreverse a dar el salto, a incursionar en caminos diferentes, en este sentido Kant expresa en forma contundente la tendencia antropocéntrica del renacimiento con sus características sobresalientes la autonomía y la racionalidad.
Finalmente correlacionando el pasado con el presente las palabras de Kant a pesar del los diferentes contextos sociales y culturales tienen una vigencia patente en ámbito de la educación de nuestro país la cotidianidad de la labor docente así lo percibe. El ideal que día a día. se sugiere a nuestros estudiantes es precisamente que se sirvan de su propio entendimiento, que tienen el potencial, que solo necesitan poner su voluntad y trayendo la admiración de Kant por dos cosa; la de un cielo estrellado sobre el hombre, y la buena voluntad de los seres humanos que le permiten actuar con su imperativo categórico, que hermoso es cuando encontramos seres que asumen el deber por el deber y conforme al deber consientes de que el ser humano tiene el don más importante. Su capacidad para razonar.